Un rincón para perderse junto al Mediterráneo

El peñón de Ifach fue declarado parque natural en 1987, siendo un paraje idóneo en el que realizar deportes en contacto con la naturaleza, como la escalada, el senderismo –con itinearios que suben hasta la cumbre–, o el submarinismo, un espectacular contraste entre montaña y mar.

La calidad de sus playas de arena fina y la limpieza de sus aguas no pasan desapercibidas, convirtiendo a la zona en un lugar de gran reclamo turístico. Debido a su situación geográfica y a su microclima es posible practicar, aprender o mejorar la navegación en cualquier modalidad de deporte acuático como windsurf, kitesurf, paddle surf, esquí acuático, surf, vela, kayak, canoa o catamarán, actividades que se ofertan en distintos centros de buceo y escuelas de vela.

A lo largo de 13 kilómetros de costa se encuentran numerosas playas y calas entre las que se distinguen las playas urbanas de Arenal-Bol y La Fossa-Levante, donde poder pasear relajadamente, o disfrutar de los deportes y actividades náuticas. Sus bellos acantilados como el Peñón de Ifach, Toix o la Manzanera brindan lugares mágicos esculpidos a golpe de mar y viento, así son las calas de El Penyal, Les Bassetes o El Racó, escondites donde el submarinismo, la pesca y la navegación se convierten en un ejercicio casi obligatorio.

Tampoco cabe la posibilidad de perderse su casco antiguo, con típicas calles marineras por las que pasear hasta alcanzar el paseo marítimo donde una multitud de restaurantes ofrece la gastronomía típica, rica en pescados y arroces, en la que destaca la «llauna de Calp», plato elaborado con pescado de bahía, patatas y tomates o el « arròs del Senyoret », un delicioso manjar a base de marisco y pescado.

Calpe es una localidad capaz de aglutinar ocio, cultura, deporte y descanso que se convierte en el lugar ideal para elegir como destino de vacaciones durante el verano.