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Horizonte

La degeneración de nuestra democracia

La legitimidad política no se gana en las Cortes, sino en la televisión. No se deriva de las elecciones, sino del audímetro

HUBO un tiempo en que en España era imposible imaginar un candidato a presidente del Gobierno que no fuese miembro del Congreso de los Diputados. Éramos una democracia todavía en proceso de transición, porque, como decía don Pedro Sainz Rodríguez, ésta no se completaba con ... la victoria de los socialistas, sino con la derrota de éstos y la recuperación del poder por la derecha. Felipe González gobernaba cual sultán. Así que la derecha española tuvo la ocurrencia de elegir un jefe de filas que no se sentaba en el Congreso, Antonio Hernández Mancha. Y para poder mantener un cara a cara con González le presentó una inopinada moción de censura de la que salió escaldado. Y es que eran días en que los españoles nos creíamos el valor de las instituciones democráticas y la vida política giraba en torno a las Cortes.

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