El Vaticano confirma la llegada de otros siete sacerdotes deportados por Nicaragua

Los sacerdotes, que pertenecen a las diócesis de Matagalpa y Estelí, habían sido detenidos por la policía días antes y se encontraban bajo vigilancia en el Seminario Nuestra Señora de Fátima, en Managua. Fue la abogada e investigadora Martha Patricia Molina la que dio la voz de alerta en sus redes sociales, publicando una lista con los nombres de las personas a las que tenían recluidas: «La dictadura ha iniciado una campaña de desprestigio, asedio y amenazas en contra de lo que queda del clero diocesano y de los religiosos».

Con ellos, ya son 46 los sacerdotes que han sido expulsados de Nicaragua desde 2018. Dos de los cinco grupos de exiliados viajaron a Estados Unidos, en octubre de 2022 y febrero de 2023. Los otros -en octubre de 2023, enero de 2024 y el actual- han sido acogidos por el Vaticano, aunque a día de hoy no han trascendido detalles de cómo se han llevado a cabo las negociaciones entre la Santa Sede y el régimen sandinista para liberarlos.

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Cuando se produjo la llegada a Roma de 17 miembros del clero nicaragüense, entre ellos, el obispo Rolando Álvarez, quien abandonó el país después de estar en prisión tras ser condenado a 26 años y 4 meses de cárcel, el único pronunciamiento por parte del gobierno fue agradecer al Vaticano por la coordinación «respetuosa y discreta».

Desde su llegada a Italia, prácticamente no se sabía nada del prelado. Su primera aparición pública casi cinco meses después del destierro fue en España. Viajó a Sevilla, donde realizó una visita de cortesía. Fue el arzobispo Saiz Meneses el que publicó vía X las fotografías del encuentro. Después, Rolando estuvo en Asturias para recoger un premio que le dieron en su momento y a cuya gala no pudo ir. En su lugar, el galardón lo recibió en su nombre Mons. Jesús Sanz Montes. En el contexto de la visita, el prelado nicaragüense estuvo rezando ante la Virgen de Covadonga.

Rolando Álvarez es, desde 2011, el obispo de Matagalpa y, desde 2021, el administrador apostólico de Estelí. Sigue en el cargo a pesar de estar fuera del país. Mientras tanto, el que dirige la diócesis es el sacerdote Frutos Valle, al que el Vaticano le dio la potestad 'Ad Omnia' ('A todo') ante la ausencia de Álvarez.

Según la prensa nicaragüense, fue detenido el pasado 26 de julio por las fuerzas de seguridad y llevado también al seminario. Sin embargo, señalan que el presbítero de casi 80 años no estaba en el grupo de los siete desterrados a Roma. Hasta el momento, más allá de confirmar la llegada de los nicaragüenses al Vaticano, la Santa Sede no ha publicado una lista con los nombres de los exiliados.