El segundo día de debate de la Ley Ómnibus acaba con tensiones dentro y fuera del Congreso argentino

Sobre las 17 horas locales, y en plena ola de calor con temperaturas que superaban los 37 grados, comenzaron los disturbios en la plaza que se encuentra frente al Congreso, apenas una semana después de la huelga masiva que intentó frenar el avance del proyecto de ley. La jornada legislativa acabó con dos detenidos y varios heridos por balas de goma lanzadas por las fuerzas de seguridad. Pasada la medianoche, se decidió hacer una pausa hasta el día siguiente –tras más de 10 horas de debate- y la sesión continuará este viernes por la mañana.

En la segunda jornada de discusión de los diputados argentinos sobre el texto que impulsa el Ejecutivo, y que le otorgaría mayores poderes, el caos de los alrededores del Congreso logró colarse al interior del recinto. Gran parte de las alocuciones de los legisladores se refirieron a las agresiones sufridas en la calle el día anterior. Fue el caso, por ejemplo, de la diputada Carla Carrizo del partido Unión Cívica Radical que recibió agresiones por parte de manifestantes «libertarios» –afines al oficialismo-. La legisladora se emocionó al recibir el apoyo de sus compañeros en el Congreso. La amenaza recibida por Carrizo hizo que no solamente el kirchnerismo convocara a una movilización en la tarde del jueves, sino también parte del partido radical, que se sumó al pedido de protesta contra la ley.

En mitad de la noche, y en medio de los graves incidentes que se producían en el exterior del Congreso, los diputados de la izquierda y kirchneristas salieron temporalmente del recinto para sumarse a la manifestación, y luego retornaron a la sesión.

Otro de los momentos tensos del debate tuvo lugar cuando el presidente de la Cámara de Diputados -oficialista-, Martín Menem, mantuvo una fuerte discusión con su antecesora en el cargo, Cecilia Moreau –del partido Unión por la Patria-. En medio de la pelea, el presidente de la Cámara decidió cortarle el micrófono, algo que enojó aún más a la legisladora, quien replicó: «Nunca le paré el micrófono a un diputado, salvo cuando profirieron improperios a otros».

Hacia el final de la tarde se acercaron al Congreso la hermana del presidente y secretaria de Presidencia, Karina Milei, y el portavoz oficial del mandatario, Manuel Adorni.

Al igual que en el día anterior, la caída del sol coincidió con un agravamiento de las tensiones que se producían en las afueras del Congreso. Pasadas las 18 horas, ya había un manifestante detenido. Las fuerzas de seguridad se llevaron algunas de las banderas que ondeaban los militantes que asistieron a la protesta para mostrar su desacuerdo con el proyecto de ley. Minutos más tarde, aparecían los primeros heridos. El tema se coló en la Cámara de Diputados, donde una diputada de Unión por la Patria pidió la ministra de Seguridad Patricia Bullrich que «tenga humanidad».

El miércoles por la noche la prensa argentina se había hecho eco de la polémica generada por uno de los policías que se enfrentó con los manifestantes portando un símbolo en su uniforme ligado a la ultraderecha.

En el segundo día de debate a la tensa manifestación frente al Congreso argentino se sumaron protestas en los supermercados en reclamo de alimentos. Cabe recordar que la inflación mensual es del 25% y más del 50% de los argentinos vive bajo la línea de pobreza. El debate continúa en unas horas y definirá claramente el futuro próximo de un país en crisis.