Otra quema del Corán en Estocolmo pone trabas a la adhesión de Suecia a la OTAN

Después de esa conversación y de varios contactos gubernamentales con los nórdicos, Stoltenberg confiaba en que el proceso de adhesión de Suecia diese un gran paso hacia adelante el 7 de julio. Pero la manifestación que ha tenido lugar esta mañana en Estocolmo puede ahora dar al traste con esa esperanza. A las puertas de la mezquita más grande de Estocolmo, en una protesta autorizada por la policía y en coincidencia con el primer día del festival musulmán de la Ayuda al Adha, un hombre ha quemado varias páginas de una copia del Corán. Unas cien personas, entre transeúntes, curiosos y periodistas, presenciaron la quema del libro sagrado musulmán, organizada por Salwan Momika, un refugiado iraquí de 37 años, que pisoteó el Corán antes de meter rebanadas de tocino entre sus páginas y quemar algunas de ellas ante la pasividad de la policía que vigilaba la manifestación.

Horas antes, la policía sueca había informado que autorizaba esta protesta en la que Salwan Momika ya había advertido que planeaba quemar un Corán. «La policía autoriza la reunión» porque «los riesgos de seguridad» vinculados a la quema «no son tales como para prohibirla», publicó un portavoz en las redes sociales. Ya en enero, la quema de un Corán frente a la embajada turca en Estocolmo provocó semanas de protestas y llamamientos a boicotear los productos suecos, además de obstaculizar la entrada de Suecia en la OTAN.

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La policía prohibió después dos manifestaciones similares planeadas para el 6 y el 9 de febrero, argumentando que representaban un riesgo para el orden público. Los manifestantes apelaron contra la decisión y un tribunal administrativo determinó que tenían razón a principios de abril. A mediados de junio, un tribunal de apelaciones confirmó la sentencia de primera instancia. En base a estas opiniones, la policía debió autorizar esta última manifestación, a pocos días de la cumbre de la OTAN en Vilnius11 y 12 de julio, en la que Estocolmo espera avanzar en su proceso de adhesión a la Alianza Atlántica.

Como cabía esperar, el gobierno turco ha calificado de escandalosa y despreciable la nueva quema pública del Corán y ha relacionado anunciando el veto de Turquía a la entrada del país en la OTAN. «Especialmente antes de la cumbre de la OTAN, las autoridades de Suecia, que quiere ser aliada de Turquía, deben poner fin a la ilegalidad y a las provocaciones que tienen lugar en su país bajo la apariencia de libertad, y tomar las medidas necesarias», ha declarado el ministro de Justicia, Yilmaz Tunc. El ministro ha descrito como «escandaloso» que la Policía sueca haya permitido tales hechos y ha recordado que la libertad de religión y de conciencia «es el derecho humano más fundamental», de manera que «las creencias insultantes no pueden justificarse dentro del campo de la libertad de expresión». «Ninguna decisión judicial puede legitimar este insulto, esta situación no puede ser amparada por ningún Estado democrático de derecho», ha denunciado.

Hakan Fidan, ministro de Exteriores, ha declarado por su parte que se trata de unos hechos «despreciables» y ha destacado que el acto se ha realizado en el primer día la fiesta del sacrificio. «Es inaceptable que estos actos antiislámicos se permitan bajo el pretexto de la libertad de expresión. Hacer la vista gorda ante actos tan atroces es complicidad en el crimen», ha sentenciado, dando por finalizados los esfuerzos de su gobierno para llegar a un acuerdo de adhesión con Suecia.

La quema del Corán, al que han asistido unas 200 personas, ha contado con una fuerte presencia policial. Una persona fue detenida por la policía por llevar una piedra en la mano, pero ese ha sido el único incidente, además de las quejas de varias personas en una contramanifestación pacífica, a la que asistía por ejemplo Noa Omran, artista de 32 años. «Es una locura, es una locura absoluta, solo hay odio detrás de los términos de la democracia y la libertad», lamentó lo ocurrido. «Estos actos son retorcidos, los alienta la extrema derecha para evitar que Suecia entre en la OTAN», explicaba Heidrum Stolten, médico y favorable a la Alianza, que recordaba que la quema de un ejemplar del Corán en enero fue organizada por el ultraderechista danés-sueco Rasmus Paludan.