Cuba elimina los cigarrillos subsidiados de la cartilla de racionamiento

El Gobierno cubano anunció este miércoles que elimina la cuota de cigarrillos subsidiados que entrega cada mes a los mayores de 55 años de la menguada cartilla de racionamiento. Pero la salud de los jubilados no es lo que más preocupa al régimen castrista, a la que no alude en el anuncio, sino eliminar subsidios para reducir los gastos del Estado y las importaciones. Primero fueron las patatas y los comedores para los empleados estatales, ahora son los cigarrillos de inferior calidad de la isla. El próximo paso en estudio es la eliminación total de la llamada “canasta familiar normada” a una población que sobrevive en una crisis económica permanente.

“Me siento insultada porque es otro producto que nos quitan”, se desahogaba Ángela Jiménez, una jubilada de 64 años, a la agencia Ap. Jiménez vive con una pensión de unos diez dólares mensuales (ocho euros), en un país en que la jubilación media es de doce dólares (nueve euros). Tras subrayar su oposición al tabaco, el economista independiente Óscar Espinosa Chepe confió en que el Gobierno compense a estos ciudadanos con una subida de las pensiones. “Muchos viejitos se van a ver seriamente perjudicados porque están acostumbrados a fumar o a cambiar los cigarrillos por productos de primera necesidad o venderlos en el mercado negro para ganarse algunos pesos”, agregó Chepe en una conversación telefónica con abc.es.

“Granma”, el órgano oficial del Partido Comunista Cubano, se hizo eco del anuncio del Ministerio del Comercio Interior, que entrará en vigor a partir del próximo 1 de septiembre. Hasta la década de los años 90, los mayores de 18 años recibían cigarrillos subsidiados, pero el colapso de la Unión Soviética y el fin de sus subsidios obligó al régimen comunista a reducir la cifra de beneficiarios de cigarrillos. Hasta ahora, los mayores de 55 años podían comprar tres paquetes de cigarrillos fuertes y uno de los suaves a precios más reducidos.

La cartilla de racionamiento cubana, vigente desde 1962, entrega granos, azúcar, pollo, pescado, huevos, arroz, café, aceite, pan, pastas y otros productos –cuando los hay- a los más de once millones de cubanos. Una cartilla en la que nunca han entrado los famosos cigarros cubanos.