Primer encuentro de Biden con el líder saudí, al que en 2018 convirtió en «paria»

El equipo de la Casa Blanca se ha negado a comentar si Biden se referirá a las acusaciones que en su día hizo contra Bin Salman, tras el asesinato del periodista saudí Khashoggi, colaborador habitual del 'Washington Post'. La CIA concluyó que el macabro asesinato del disidente en Estambul en 2018 fue ordenado personalmente por el príncipe heredero saudí. Tras la filtración del informe, Joe Biden afirmó que una vez que llegara a la Casa Blanca reduciría a Arabia Saudí a la categoría de 'Estado paria'.

No ha ocurrido así, y la entrevista de hoy apunta a que Biden pasará página sin ninguna referencia expresa a aquel suceso. A cambio, los dos estadistas no tendrán inconveniente en recordar la importancia de seguir avanzando por el camino del respeto a los derechos humanos. Biden podría incluso alabar las últimas medidas de Bin Salman en favor de la mujer saudí, como poder viajar a La Meca sin tutor masculino.

A cambio, el líder norteamericano pedirá a Riad que aumente su producción de petróleo para paliar la escasez generada por la guerra en Ucrania, y su corolario en los precios. Hasta ahora, la primera potencia petrolera mundial ha hecho muy poco caso a esas presiones.

Habrá también un capítulo dedicado a las relaciones con Israel. Arabia Saudí es el único país de la zona que se niega a establecerlas, aludiendo a su defensa de los derechos de los palestinos. No obstante, Riad anunció ayer la apertura de los cielos a la aviación comercial israelí, un primer paso que Biden podría hoy alabar.

Hace semanas se daba por supuesto que Biden aprovecharía la visita para insistir en la necesidad de que Arabia Saudí retire sus tropas de Yemen. Los últimos acontecimientos en aquel conflicto armado, y la mayor implicación de Irán en apoyo de los rebeldes hutíes, indican que Washington no ve ya con malos ojos que los saudíes sigan combatiendo en el Yemen.