La presidenta de la Eurocámara promete reformas radicales para evitar otros casos de soborno como el 'Qatargate'

Metsola ha prometido a los miembros del Consejo Europeo que reformará los mecanismos de control para tratar de impedir que estos comportamientos se repitan, pero lo que no podrá evitar es que la situación derive en una batalla política dentro de la cámara. El Partido Popular Europeo (PPE) abrió este jueves las hostilidades con un mensaje en redes sociales en el que recuerda que todos los sospechosos conocidos pertenecen al grupo socialista. «Hay que discutir sobre hipocresía: el grupo socialista -dice-, siempre más papista que el Papa, está en el epicentro del Qatargate. Es hora de que rindan cuentas porque ahora se ha demostrado que sus discursos sobre el Estado de derecho son pura hipocresía». Los populares se quejan de los intentos que han lanzando los socialistas para encontrar algún eurodiputado de centro-derecha implicado en este caso para levantar la losa que supone que por ahora todos los implicados pertenecen a esa familia política. «Los ataques al grupo popular y las propuestas que hemos hecho sobre las medidas de urgencia a tomar después de estos hechos, muestra cuán profundo es el desdén de la izquierda por la democracia».

Otros, como el expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, huido de la Justicia y refugiado en el Parlamento Europeo, han tardado aún menos tiempo en utilizar el caso con la tramitación de una pregunta parlamentaria claramente malintencionada. En esta gestión afirman querer saber si el Alto Representante Josep Borrell está implicado en este asunto, cuyo objetivo es claramente hacer pensar que sí puede estarlo aunque no haya el menor indicio de ello.

Según ha explicado la propia Metsola a su círculo de confianza, los dirigentes europeos se han mostrado satisfechos con la batería de medidas que ha prometido poner en marcha para tratar de evitar que se repita un hecho como este que el primer ministro belga, Alexander de Croo, ha subrayado que se trata de «algo muy serio» detectado por sus servicios de espionaje. La intervención de De Croo confirma las tesis de que, en efecto, la trama ha sido desvelada por la Seguridad del Estado belga, con la colaboraciones de los servicios de información de otros países, que han seguido las actividades de los agentes extranjeros.

En efecto, Metsola ha anunciado una «amplia reforma» de los mecanismos de control en el Parlamento Europeo «que debe estar implantada a primeros de año y que incluirá entre otras cosas el fortalecimiento de los sistemas de protección de los que denuncien estas prácticas», lo que se ha interpretado como un aliciente para que otros eurodiputados o sus asistentes puedan delatar irregularidades que todavía no se han revelado en la investigación policial.

Paralelamente, la Fiscalía Europea ha anunciado que ya ha pedido que se levante la inmunidad parlamentaria a la exvicepresidenta Eva Kaili, que se encuentra detenida por los sobornos, y a la también eurodiputada popular griega Maria Spyraki cuyo nombre no había aparecido en el Qatargate porque se trata en este caso de otro expediente, relativo al el mal uso del dinero del que disponen para contratar a sus asistentes que históricamente es una práctica muy extendida entre los parlamentarios europeos. Raramente se alcanzaban estos niveles de agresividad jurídica, porque para obligarles a devolver el dinero no se solicitaba el levantamiento de la inmunidad.

En todo caso, en el Parlamento Europeo todo el mundo está pendiente de que aparezcan más nombres y probablemente más instituciones europeas, teniendo en cuenta el volumen del dinero de los sobornos que ha salido a la luz. Por lo que se sabe, el logro concreto más relevante que habría obtenido Qatar con esta política de la que se le acusa sería un párrafo en una resolución que condenaba en general la situación de los derechos humanos en el país, en el que se elogiaban los esfuerzos hechos para remediarlo. Marruecos también habría abusado de esta práctica para influir en los eurodiputados, según ha reconocido uno de los detenidos.

Entre las medidas que ha anunciado la presidenta del Parlamento figura también la regulación del funcionamiento de todos los grupos de amistad no oficiales; una revisión de las reglas del código de conducta y de las relaciones con otros países. «Hay fisuras que tenemos que cerrar, como cuando hablamos, por ejemplo, de la actividad de exmiembros de la Eurocámara, de quien está en la lista de transparencia, o de quien puede entrar en el edificio de la sede del Parlamento Europeo».

Entre las medidas que ha anunciado la presidenta del parlamento figura también la regulación del funcionamiento de todos los grupos de amistad no oficiales; una revisión de las reglas del código de conducta y de las relaciones con otros países. «Hay fisuras que tenemos que cerrar, como cuando hablamos, por ejemplo, de la actividad de exmiembros del Parlamento Europeo, de quien está en la lista de transparencia, o de quien puede entrar en el edificio del Parlamento Europeo».

A la presidenta del Parlamento le preguntaron ayer si no había recibido propuestas ilegales por parte de la trama. Metsola dijo que, en efecto, recibió en su día una invitación formal de Qatar para visitar ese país con ocasión de la Copa Mundial de fútbol, pero que declinó la propuesta. «Lo rechacé porque tengo preocupaciones y dudas con relación a ese país». También le propusieron que gestionase una intervención de representantes de este país en el Parlamento Europeo, a lo que tampoco accedió.

Una vez que Metsola abandonó la sala, los jefes de Estado o de Gobierno pasaron a discutir los demás asuntos previstos en el orden del día, entre ellos la respuesta a Estados Unidos por su legislación que prevé grandes ayudas a la venta de coches eléctricos que se fabriquen allí y que está haciendo que las empresas europeas se instalen allí para poder beneficiarse de estas ventajas. Le han pedido a la Comisión que explore una posible respuesta conjunta que discutirán en la próxima reunión del Consejo Europeo, en febrero. La discusión fue otra vez en modo ‘confidencialidad absoluta’, con los móviles de los presidentes bajo llave en otra sala y nadie más en la reunión que no sean los intérpretes para aquellos que los tienen que utilizar. Esta es la misma fórmula que utilizaron cuando discutieron sobre las espinosas relaciones con China.

En cuanto a las nuevas sanciones a Rusia, los miembros del Consejo Europeo lograron acercar bastante las posiciones pero no cerraron un acuerdo completo porque algunos países, Hungría sobre todo, han pedido que se eliminen ciertos nombres de la lista de sancionados.

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