La Policía belga realiza una segunda redada en el Parlamento Europeo

El grupo socialista europeo ha decidido, por su parte, suspender a todos los eurodiputados que han sido señalados por la Policía y pedir que se mantengan alejados de cualquier actividad comprometedora a los que, sin estar directamente implicados por ahora, trabajan con asistentes parlamentarios que sí están bajo el punto de mira de los investigadores. La votación prevista para el pleno de esta semana sobre la exención del visado para los pasaportes qataríes ha sido aplazada, teniendo en cuenta las implicaciones que tiene esta decisión.

El caso ha alcanzado una amplitud sin precedentes, a pesar de las complicaciones que presupone el hecho de que los eurodiputados gozan de inmunidad parlamentaria y la legislación belga impide a la Policía realizar registros después de las nueve de la noche. Este fin de semana, Metsola tuvo que volver a toda prisa desde su casa en Malta para asistir personalmente al registro de la vivienda de un eurodiputado belga. Este lunes en el pleno, Metsola aseguró que la Eurocámara ha facilitado su labor a las autoridades para asegurar que se preserve toda la documentación y material informático de interés, o que se puedan registrar viviendas u oficinas que sean necesarias. «Siempre habrá alguien para quien merece la pena arriesgarse por una bolsa de dinero. Es esencial que estas personas entiendan que se les va a detectar, que nuestros servicios funcionan y que se enfrentarán a toda la fuerza de la ley, como ha sucedido en este caso» .

La presidenta del grupo socialista en la Eurocámara, la española Iratxe García, reconoció que todos estaban «en ‘shock’» por las revelaciones de «este escándalo de corrupción» y reiteró la permanente «determinación» para combatir este comportamiento.

Según se ha sabido ahora, la Policía belga investigaba el caso desde el verano, pero no había podido entrar en materia debido a la protección legal de la que gozan los eurodiputados como aforados. Toda la trama habría caído a partir de un asistente parlamentario italiano, Francesco Giorgi, que había trabajado para el exdiputado Pier Antonio Panzeri, que sería el principal cerebro de la operación desde la ONG que fundó una vez perdido el escaño y que se llama Fight Impunity (Combate la Impunidad). Giorgi es también la pareja de la vicepresidenta del Parlamento, la socialista griega Eva Kaili, cuya detención ha caído como un cañonazo en Atenas, ya que su partido, el Pasok, estaba utilizando un escándalo de espionaje para tratar de arrinconar al Gobierno popular de Nea Demokratia en vísperas de las elecciones generales. Las autoridades helenas han congelado los bienes de la eurodiputada.

El hilo de la operación fue hilvanado por los agentes de la Policía judicial a partir del teléfono de Giorgi, lo que llevó al registro del domicilio de Panzeri, donde se encontraron unos 600.000 euros en efectivo. Ninguno de los dos está protegido por la inmunidad parlamentaria. Cuando encontraron al padre de Kaili saliendo de un hotel de Bruselas con una maleta de las que se pueden llevar en la cabina de los aviones repleta de fajos de billetes de 50 euros (más de medio millón de euros, en total), el juez de instrucción interpretó que se trataba de un delito flagrante que involucraba a la vicepresidenta de la Eurocámara. Kaili también fue detenida después del registro de su casa, donde se hallaron más de 150.000 euros en bolsas de plástico.

Es de esperar que el grueso de las nuevas revelaciones se mantendrá dentro de la misma línea, en el entorno del grupo socialista. El domicilio del eurodiputado belga de origen italiano Mark Tarabella ha sido registrado por la Policía. Otra diputada belga –también de origen italiano– que ha tenido cierta relevancia en la política de este país, María Arena, ha anunciado que suspende sus funciones parlamentarias porque uno de sus asistentes figura entre los investigados. Se han visto ciertos intentos de encontrar una conexión con diputados o funcionarios conservadores que hubieran apoyado también a Qatar en las votaciones públicas, pero la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, dijo que todos los contactos de los miembros de esta institución están obligatoriamente registrados y que no había ninguna sospecha respecto a ningún comisario.

Quedan algunos implicados a los que la fiscalía no ha querido mencionar todavía más que por sus iniciales, pero se da por hecho que figuran en el mismo entorno del grupo socialista y, dentro de este, en el de origen italiano. En Bélgica, por otro lado, este escándalo se suma a otro sobre gastos escandalosos e irregulares en el Parlamento de la región valona, dominado también por el grupo socialista.