La OTAN pide diálogo para resolver las tensiones en Kosovo, mientras Rusia acusa a Occidente del conflicto
Los enfrentamientos entre serbios y kosovares vuelven a producirse tras meses de apaciguamiento mediante la UE.
La Alianza Atlántica ha pedido rebajar la tensión mientras Moscú interviene para avivar el malestar y responsabiliza a EE.UU. y la UE de la situación
Serbia pone a sus militares en «alerta de combate» y envía a sus tropas a la frontera con Kosovo
Kosovo aumenta la seguridad en medio de la tensión con la minoría serbia
Hace tan solo tres meses que el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, se reunió en Bruselas con los líderes de Kosovo y Serbia para acercar posturas y llegar a un entendimiento, después de años de tensiones y meses de una escalada de ... violencia. Ese acuerdo firmado en Bruselas se trasladó a Ohrid, Macedonia del Norte en marzo, donde sellaron un acuerdo bilateral. El objetivo era la normalización de las relaciones entre ambos países tras meses de disputas en las ciudades del norte de Kosovo, en la región de Mitrovica, donde la mayoría étnica es serbia.
Parecía que tras estas reuniones bilaterales, la situación se había calmado hasta este viernes, cuando los serbokosovares se manifestaron en los edificios municipales contra los alcaldes elegidos en las elecciones de abril en los municipios de Zvecan, Zubin Potok y Leposavic, donde la comunidad serbia es mayoritaria y se negó a participar en los comicios. Ante la baja participación, la victoria fue para la minoría albanesa.
La Policía kosovar intervino para que estas nuevas autoridades pudiesen acceder este viernes a sus despachos y cargaron contra los serbiokosovares lanzando gases lacrimógenos contra la multitud, según medios locales.
Una actuación muy criticada desde el Gobierno de Belgrado y que el presidente, Aleksandar Vucic, respondió con el envío de tropas a la frontera con Kosovo y un llamamiento al Ejército para que estuvieran «en alerta de combate». En diciembre de 2022, Serbia suspendió el estado de alerta de su Ejército que ahora ha vuelto a activar.
Este sábado, las autoridades kosovares retiraron de estos edificios las banderas serbias que ondeaban para, en su lugar, colocar banderas kosovares. Un acto simbólico, pero que aviva el malestar de los serbokosvares de la zona.
Policía kosovar pone cámaras de vigilancia
La OTAN, que cuenta con una misión desplegada en Kosovo, la KFOR, hizo un llamamiento a las autoridades kosovares para que redujeran «de inmediato» las tensiones y apelaron una vez más al diálogo como salida al conflicto.
«Instamos a las instituciones en Kosovo a reducir la tensión de inmediato y llamamos a todas las partes a resolver la situación a través del diálogo», ha manifestado el portavoz de la OTAN en una publicación en su perfil oficial de Twitter.
Diálogo entre las partes
Asimismo, Oana Lungescu, portavoz de la Alianza ha apuntado que KFOR «permanece alerta y garantizará un entorno seguro y protegido» después de que el viernes el presidente serbio, Aleksandar Vucic, pusiera al Ejército en alerta.
Por su parte Rusia, quiso mostrar su apoyo a Serbia, acusando a las autoridades kosovares, así como a Estados Unidos y la Unión Europea de ser responsables por la escalada de las tensiones.
«Condenamos enérgicamente las medidas provocativas de Pristina, que acercaron la situación a una fase candente y amenazaron directamente la seguridad de toda la región de los Balcanes», ha manifestado la portavoz diplomática rusa, Maria Zajarova, quien ha añadido que Washington y Bruselas son también «totalmente responsable». Moscú ha aprovechado para cargar contra Occidente asegurando que «han estado jugando con las autoridades regionales durante muchos años» y «alentando a su política anti-serbia» llegando incluso a minimizar el diálogo de las partes.
Moscú es el gran valedor de Belgrado y está jugando su papel a través, sobre todo, de la desinformación. Dimitri Medvedev, expresidente ruso, mostró hace unos meses su apoyo a Serbia: «Por supuesto, apoyamos a Belgrado en las acciones que está tomando», dijo Medvedev, según recogía la agencia de noticas rusa Interfax.