La OTAN muestra poderío aéreo ante Putin

El objetivo es mejorar y ampliar la cooperación entre los ejércitos de las naciones y sus fuerzas armadas, pero también una demostración de fuerza de cara a Moscú. «Me sorprendería mucho que cualquier dirigente mundial no tomase nota de lo que esto demuestra en términos de espíritu de nuestra Alianza, de la que significa la fuerza de esta Alianza, y eso incluye al presidente ruso», ha dicho la embajadora estadounidense en Alemania, Amy Gutmann.

La OTAN desea además sembrar confianza en los socios del flanco oriental, que llevan año y medio sufriendo amagos rusos de extensión del conflicto ucraniano, y escribir en el cielo un mensaje: estos son los aviones que plantarán cara a Putin.

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Rosalía Sánchez

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Unos 100 aviones y 2.600 participantes han llegado desde EE. UU. y han sido reubicados en Europa para el ejercicio. Es lo mismo que sucedería de forma automática si entrase en vigor el indeseado artículo 5 del Tratado. Se encuentran ya en los aeródromos de Schleswig-Jagel y Hohn (Schleswig-Holstein), Wunstorf (Baja Sajonia), Lechfeld (Baviera), Laage (Mecklenburgo- Pomerania Occidental) y Spangdahlem (Renania-Palatinado), además de los de Volkel (Holanda) y Čáslav (República Checa).

Se entrenará la protección de ciudades, aeropuertos y puertos marítimos de los ataques enemigos con drones o misiles de crucero, así como el apoyo de tropas terrestres por parte de las Fuerzas Aéreas Aliadas, y se practicarán evacuaciones desde el aire. Uno de los escenarios contempla el ataque ficticio del enemigo «Occasus» al puerto alemán de Rostock, con acciones de sabotaje y el despliegue de fuerzas especiales.

«Occasus» es un alias de Rusia. El teniente general Ingo Gerhartz, inspector de la Luftwaffe, ha enfatizado que no se abandonará el espacio aéreo de la OTAN durante toda la operación: «No vamos a realizar ningún vuelo en dirección a Kaliningrado», ha garantizado, «se trata de mostrar la capacidad de nuestra alianza para defenderse«.

«Con el fin de distribuir las operaciones de vuelo de la manera más uniforme posible, hemos dividido el ejercicio en espacios aéreos de entrenamiento en el norte, noreste y suroeste de Alemania. En particular, el uso de las áreas del Mar del Norte y Báltico alivia los espacios aéreos de ejercicio sobre zonas habitadas», explica un portavoz de la Bundeswehr.

El área de ejercicio norte se extiende sobre territorios de Schleswig-Holstein, Bremen y Baja Sajonia, además de la Bahía de Kiel en el Mar Báltico y el Mar del Norte. El área este comprende el Mar Báltico hasta gran parte de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Brandeburgo, Berlín y Sajonia. Y el área sur se encuentra sobre Suabia en Baviera, Baden-Württemberg y Renania-Palatinado. Cada orden de operación de guerra implicará a entre 40 y 80 aviones.

Hasta el 23 de junio se estarán produciendo unos 250 despegues diarios: el control de tráfico aéreo alemán (DFS) espera «importantes efectos en la aviación civil» y prepara a la población para soportar ruidos «atronadores». «Es el sonido de la libertad», ha zanjado el vicepresidente de la Comisión de Defensa del Bundestag, Henning Otte.

Habrá mucha atención centrada en el «enlace transatlántico», la transferencia rápida de aviones estadounidenses a Europa en caso de crisis. Las maniobras convierten a Alemania en un importante punto logístico de la OTAN. «Alemania tiene la infraestructura necesaria para sostener ejercicios aéreos durante un largo período de tiempo», explica Torben Schütz, experto del Consejo Alemán de Relaciones Exteriores (DGAP), «después de la Guerra Fría, algunas ubicaciones de la Fuerza Aérea de EE. UU., como Ramstein o Spangdahlem, permanecieron en Alemania y la Bundeswehr tiene una fuerza aérea relativamente grande en comparación con otros socios de la OTAN.

Además es geográficamente conveniente. El material y las fuerzas armadas de muchos estados de la Alianza tendrían que transportarse más o menos a través de Alemania si fuese desplegado en el flanco oriental de la OTAN y las autoridades de mando de la OTAN estacionadas en Alemania». Schütz no oculta que estas maniobras, por otra parte, responden a una necesidad de cohesión.»A menudo se imagina a la OTAN como un bloque más o menos homogéneo en el que todo está estandarizado, pero esto no siempre es así. Y la población también debe acostumbrarse al hecho de que tales ejercicios se realizan y son necesarios.

A diferencia de la Guerra Fría y principios de la década de 1990, la gente ya ni siquiera sabe cómo lidiar con el ruido de los aviones y similares durante las maniobras militares», describe la importancia del ejercicio. Se está mentalizando a la población para una posible guerra que nadie desea. La embajadora Gutmann cita al general Omar Nelson Bradley, uno de los principales comandantes de las fuerzas armadas de EE. UU. en la Segunda Guerra Mundial: «Las guerras se pueden prevenir con la misma seguridad con la que se pueden provocar.

Según la Bundeswehr, los 30 Eurofighter que aporta forman «la columna vertebral de la flota de aviones de combate alemanes». Pueden acelerar al rango supersónico sin postcombustión y volar a velocidad supersónica durante un largo período de tiempo. Alemania aporta además 16 Tornados, que se utilizan para reconocimiento y combate, con velocidad de hasta Mach 1,3 en vuelo bajo, y cinco Airbus A400M, transporte militar con capacidad para 114 soldados, un helicóptero de ataque Tiger, cuatro todo terreno tipo Wolf o un Puma, además de prestaciones como cisterna y hospital.

España llega con cuatro Typhoon e Italia con otros dos, cazas de gran maniobrabilidad. Estados Unidos envía cuatro F/A-18 Hornet y Finlandia otros cuatro. El Hornet es un avión de combate bimotor fabricado por McDonnell Douglas que destaca por su flexibilidad para atacar objetivos terrestres, marítimos y aéreos a larga distancia.

Polonia y Holanda aportan seis y cuatro F-16 es uno de los aviones militares más poderosos del mundo y capaz de volar a altitudes extremadamente bajas y en todas las condiciones climáticas, tanto en misiones de defensa aérea como contra objetivos en tierra, para hacer retroceder formaciones enemigas. Los F-35, seis de Estados Unidos, dos de Reino Unido y ocho holandeses, de velocidad máxima Mach 1.6, solo puede ser detectados muy tarde por los dispositivos de radar enemigos y son extremadamente versátiles.