Suecia lleva a cabo maniobras militares en la isla de Gotland con 26.000 soldados de 13 países

La isla de Gotland, a solo 300 kilómetros (186 millas) de la Flota Báltica rusa, en el enclave de Kaliningrado entre Lituania y Polonia, es considerada el punto débil más proclive a ser utilizado por Putin en caso de una escalada del conflicto con Occidente. Ocupada brevemente por las tropas rusas en 1808, durante la guerra en la que Finlandia cayó bajo el dominio de los zares durante un siglo, supone un punto estratégicamente vulnerable y tan importante para la defensa de Suecia como para la defensa de Letonia, Estonia y Lituania.

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«Rusia podría establecer en territorio sueco una especie de muro a través de que la OTAN tendría que abrirse camino para defender a sus miembros bálticos», explica el director del Colegio Nacional de Defensa de Suecia Karlis Nerentnieks. De ahí que entre los soldados participantes figuren unos 700 marines estadounidenses, así como personal militar del Reino Unido, Dinamarca y Noruega.

Aurora 23 pondrá a prueba una nueva forma de controlar y comandar la logística de las Fuerzas Armadas Suecas. Una parte del llamado Comando Logístico se ubicará en Halmstad, donde se administrará la logística operativa. Este Comando Logístico tiene la responsabilidad general de proporcionar a las unidades más alejadas del área operativa las órdenes y medidas de control necesarias para garantizar que obtengan lo que necesitan en términos de alimentos, agua, repuestos y suministros médicos. «Durante el ejercicio, el Comando Logístico creará una imagen situacional logística conjunta para las Fuerzas Armadas Suecas. Esta es la base para la toma de decisiones del comando superior», explica el general de brigada Michael Nilsson, «además de una cadena logística coherente y la búsqueda de efectos de sinergia». Durante las maniobras se examina además la capacidad de coordinación entre los ejércitos participantes y la efectividad de las cadenas de mando coordinadas.

Para ejercer medidas de movilización de manera realista, se ha transmitido a todo el país un mensaje de movilización por radio P4 y se ha instado a la población a no obstruir las columnas de vehículos militares. «Puede adelantar a una columna militar, siempre que no la obstruya ni la moleste», son las instrucciones a los ciudadanos. «Es posible que las transmisiones de radio también se utilicen en ejercicios futuros. Eso es algo que tendremos que decidir en consulta con la Radio Sueca», dice el Teniente Coronel Ronnie Uddén, Jefe de Planificación de Movilización durante Aurora 23.

El texto del mensaje preparado para los ciudadanos suecos en edad de empuñar las armas dice: «Este mensaje es parte del ejercicio de defensa AURORA 23. Si ha recibido un borrador de notificación para el ejercicio de defensa AURORA 23, debe presentarse de inmediato en la ubicación indicada en el proyecto de aviso. Si tiene un borrador de notificación para una fecha diferente, debe presentarse en esa fecha. AURORA 23 es un ejercicio, y la orden de presentarse al servicio solo incluye a aquellos de ustedes que ya han recibido un borrador de notificación por escrito».

El ejército sueco reconoce además que estos ejercicios militares incluyen un «componente moral» de gran valor en la actual situación de amenaza. La ministra sueca de Asuntos Europeos, Jessika Roswall, cree que la «rápida» adhesión de Finlandia a la OTAN hace que Suecia y Europa sean «más seguras», pero confía en que la incorporación de su país, que ha «cumplido su parte» del trato, sea desbloqueado por Turquía y Hungría. Mientras tanto, estas maniobras muestran que Suecia, a pesar de no ser todavía miembro de la OTAN, no está aislada ni desguarnecida.

«No está en nuestras manos decidir cuándo seremos miembros», pero «desde nuestro punto de vista, hemos cumplido nuestra parte del acuerdo», dijo la ministra, en referencia al memorándum trilateral firmado el pasado verano entre Finlandia, Suecia y Turquía al margen de la Cumbre de la OTAN celebrada en Madrid. Turquía, sin embargo, considera que las autoridades de Suecia siguen sin cumplir sus promesas de impedir en su país las actividades de las organizaciones que Ankara considera terroristas, como el grupo Kurdo PK (Partido de los Trabajadores del Kurdistán).