La oposición en Ecuador pierde a su abanderado contra la corrupción y el narcotráfico a 10 días de las elecciones

Se trata de una elección atípica en todos los órdenes, comenzando porque seis de los ochos candidatos que participan han debido «alquilar» el membrete de un movimiento o partido, a fin de cumplir con la ley que impone contar con el auspicio de una organización política; lo que evidencia la crisis del sistema de partidos que vive el país, tal como lo demuestra un reciente informe de Latinobarómetro que señala que 59% de los ecuatorianos considera que los partidos políticos no funcionan bien y 85% cree que la democracia puede funcionar sin ellos.

Con la excepción de Luisa González, que representa a la Revolución Ciudadana (RC5), el movimiento del expresidenteCorrea, y Yaku Pérez, el dirigente indígena que ha agrupado a los partidos y movimientos de la Izquierda, en la alianza Claro que se puede; los seis candidatos restantes van por partidos y movimientos en los que no militan. Es el caso de Otto Sonnenholzner que tiene el auspicio de los partidos Suma y Avanza, pero en su discurso remarca no ser ni de derecha ni de izquierda; fue vicepresidente de la República de Lenín Moreno, aunque renunció luego de 18 meses de gestión.

El propio Fernando Villavicencio, asesinado este miércoles, cuya investigación periodística en el pasado sobre aportes a la campaña de Correa terminó en sentencia condenatoria del exmandatario, iba por el movimiento Construye, de la exministra de Gobierno Moreno, María Paula Romo.

En esta campaña compiten tres empresarios: Jan Topic -amenazado también por la banda, 'Los lobos', que ha reivindicado el magnicidio de Villavicencio- vinculado a firmas de seguridad, que ha integrado la legión extranjera francesa; cuenta con el auspicio del Partido Social Cristiano (PSC) del exalcalde de Guayaquil Jaime Nebot; Xavier Hervas, un agroexportador que participó en el 2021 por Izquierda Democrática (socialdemócrata) y hoy corre por el movimiento RETO; y Daniel Noboa Azín, hijo del acaudalado empresario bananero Álvaro Noboa, que tiene el auspicio del movimiento ADN; mientras que Bolívar Armijos, cercano al correísmo, cuenta con el respaldo del Movimiento Amigo, fundado por un exministro sentenciado.

Esta es también una elección sin precedentes porque se elegirá un gobernante para apenas 18 meses, que completará el periodo de cuatro años que Lasso interrumpió, aunque sí podrán participar en las elecciones pautadas para 2025 y que son parte del calendario establecido. También resulta excepcional que el movimiento político en el poder, Creando Oportunidades (CREO) no haya presentado candidatos para el Congreso, que también se elegirá el 20 de agosto, y que el propio Guillermo Lasso haya desistido de participar, aunque políticamente resulte explicable por el apoyo popular mínimo que tiene.

Esta es la primera vez que una ley de equidad impuso la paridad en el binomio, que es como se llama en Ecuador a la fórmula de candidato a la Presidencia y a la Vicepresidencia. Por ello, siete mujeres están en la papeleta como candidatas a la segunda magistratura y un hombre va con Luis González, la candidata de la Revolución Ciudadana, que tiene como compañero a Andrés Araúz, quien, en 2021, fue candidato a la Presidencia y estuvo en la segunda vuelta junto a Guillermo Lasso.

A decir Pedro Donoso, reputado analista y director de Icare Inteligencia Comunicacional, la campaña está marcada por el pesimismo y la apatía, ya que la gente está más interesada en su seguridad. También tiene otra peculiaridad: los siete candidatos apuestan al balotaje, que se realizaría el 15 de octubre, teniendo mayores opciones, de acuerdo con las encuestas, Yaku Pérez, Otto Sonnenholzer y Fernando Villavicencio, porque el primer lugar lo tiene Luisa González, que apuesta a ganar en una sola vuelta, aunque según Donoso, la indecisión que oscila entre 30% y 40% lo vuelve impredecible.