Operación 'Orbe Dorado': qué es y en qué consiste este protocolo para la coronación de Carlos III

La operación 'Golden Orb' u 'Orbe Dorado', en castellano, que como la del funeral de la Reina Isabel II fue planificada durante años y se ha ido revisando periódicamente, involucra la instalación de barreras físicas y la presencia de miles de policías desplegados por todo Londres, incluyendo oficiales encubiertos y también armados, algo poco común en la capital británica, donde solo algunas unidades especiales están autorizadas para portar armas de fuego.

La logística es enrevesada y detrás hay toda una planificación de Inteligencia, en la que también han participado los equipos de seguridad extranjeros de algunos asistentes al evento, que implica el monitoreo de lobos solitarios y grupos potencialmente problemáticos, como bandas criminales, yihadistas y neonazis, entre otros extremistas.

Y aunque con otro perfil, también es necesario poner el foco en activistas como los medioambientales y los republicanos, que aunque no son peligrosos, sí pueden poner en riesgo a la gente si intentan utilizar la coronación como escaparate para defender sus posiciones políticas y sociales.

Un ex oficial de protección real le dijo a 'The Independent' que este evento supone un nivel de «amenaza multifacético y la respuesta a eso es bastante compleja», ya que además de proteger al público general, en juego está el bienestar de los dignatarios y miembros de la realeza tanto del Reino Unido como de otros países. Según recoge este diario, los equipos de búsqueda y rastreo recorrerán con anticipación la ruta de la procesión, desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster, en busca de posibles amenazas ocultas en lugares como cabinas telefónicas, desagües o contenedores de basura, y además se desplegarán francotiradores en los tejados de los edificios del centro de la ciudad. Fuentes del ministerio del Interior revelaron que se ha elaborado un horario especial de control de tráfico aéreo y una zona de exclusión sobre el centro de Londres, así como radares contra drones.

Gavin Stephens, que preside el Consejo de Jefes de la Policía Nacional, detalló a la prensa local que las fuerzas de «todo el Reino Unido» estarán involucradas en la gran operación. «La Policía ha tenido un papel muy importante para garantizar la seguridad de todos los involucrados en el Jubileo de Platino y el funeral de la reina, y estaremos muy orgullosos de hacerlo nuevamente la próxima semana», agregó.

Una fuente de Interior citada por el tabloide 'The Mirror' afirmó que «solo la seguridad costará unos 150 millones de libras esterlinas (unos 170 millones de euros), posiblemente más. Es una suma enorme, pero este es uno de los eventos públicos más grandes de la historia reciente».

El experto en seguridad Mark Scoular, una de las cabezas detrás de la seguridad de las bodas de los príncipes Guillermo y Harry, así como de los Juegos Olímpicos del 2012, aseguró al mismo medio que la suma final será más elevada. «Ciento cincuenta millones de libras esterlinas es mucho, pero creo que la suma final podría ser mucho más, porque el trabajo que implica un evento como este es monstruoso», dijo, y detalló que el día de la coronación estarán en funcionamiento unidades completas de QBRN, siglas en inglés para amenazas químicas, biológicas, radiológicas y nucleares, y además «habrá oficiales técnicos de municiones, se duplicarán las unidades de armas de fuego» y «como parte de la estrategia de preparación del Reino Unido, el servicio de ambulancias cuadriplicará sus esfuerzos», como lo harán también los servicios de bomberos y de rescate.

«El número de personas trabajando en inteligencia será monumental» ya que «cada amenaza tiene que ser evaluada, con cursos de acción alternativos recomendados». Coordinar esta operación es «como tratar de completar un rompecabezas de 50.000 piezas sin ver la imagen», aseveró.