El nuevo Gobierno de Portugal entra en plenas funciones y Montenegro quiere liderar los cuatro años de legislatura
La legislación anticorrupción es el primer objetivo fijado, mientras que los aumentos salariales quedan en suspenso
El Gobierno de Montenegro toma posesión y abre un nuevo ciclo en la política portuguesa
Montenegro sonríe durante la ceremonia de juramento del XXIV Gobierno Constitucional en el Palacio de Ajuda, Lisboa
Tras la toma de posesión del nuevo Gobierno, presidido por Luís Montenegro, se convocó un Consejo de Ministros en el que se dio marcha atrás al cambio realizado por António Costa en el logotipo institucional de la República de Portugal. El símbolo volvió ... al original con «la esfera armilar, el escudo, los chevrones y los castillos, en los que se revelan la identidad, la cultura y el pueblo de Portugal», señaló António Leitão Amaro, nuevo ministro de la Presidencia, al término de la reunión.
Aunque se trata de un primer paso polémico, es menos relevante que el segundo, que consiste en escuchar a los partidos para trazar una nueva estrategia anticorrupción. Una medida que permitirá al Gobierno de Montenegro reforzar la legitimidad de las instituciones democráticas a los ojos de los portugueses y, al mismo tiempo, absorber a los votantes de Chega.
La organización de un grupo de trabajo para reforzar la legislación anticorrupción ya figuraba en la agenda del anterior gobierno desde la aprobación de los actuales Presupuestos Generales del Estado. El nuevo primer ministro ha dado prioridad a la creación de un consenso entre todos los partidos para fortalecer la legislación anticorrupción. Prometió «una síntesis de propuestas, medidas e iniciativas» para su aprobación en el Parlamento.
Durante su discurso de investidura, Luís Montenegro pidió dos meses para que estas medidas entren en el circuito legislativo. En un Parlamento hostil al gobierno, estas políticas servirán de test para la durabilidad del ejecutivo. Cuando ya se reconoce que si los Presupuestos del Estado para 2025 son rechazados en el Parlamento, el Gobierno seguirá en gestión.
Inspirándose en el anterior Presidente de la República, Cavaco Silva, Montenegro pidió a la oposición durante su discurso de investidura que «le dejen trabajar», además de prometer «humildad, espíritu patriótico y capacidad de diálogo», pidió a los socialistas que elijan entre ser una oposición democrática o un bloqueo.
Montenegro explicó que pretende gobernar «hasta el final del mandato» o «hasta que se apruebe una moción de censura», sin mencionar la posibilidad de que los Presupuestos Generales del Estado sean rechazados en octubre.
Pedro Nuno Santos, líder del Partido Socialista, no asistió a la ceremonia de toma de posesión del nuevo gobierno en el Palacio de Ajuda, pero viene presionando para que se cumplan las promesas electorales de la Alianza Democrática, a saber, subidas salariales para los profesionales de la sanidad, los profesores y la policía.
Durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Leitão Amaro no respondió a preguntas sobre la formulación de un presupuesto rectificativo, ni sobre la regulación de la ley de eutanasia, ni sobre aumentos salariales para la función pública. Pidió tiempo para que el Gobierno aplique su programa electoral.
Ante la presión socialista para que el Gobierno promulgue las subidas salariales prometidas, el ministro comentó que «es curioso que se pida, aun suponiendo una cierta facilidad para llevar a cabo medidas y soluciones que llevan años sin realizarse». También cuestionó que si las medidas eran «tan fáciles, obvias y sencillas, ¿por qué no se han llevado a cabo?». Subrayó la existencia de «restricciones presupuestarias», a pesar de que el superávit presupuestario ronda el 1,2% del PIB.
Mientras tanto, además de los 17 ministros, 41 secretarios de Estado han tomado posesión de sus cargos. Ahora, los días 11 y 12 de abril, el Gobierno hará su primera comparecencia en el Parlamento para presentar el programa de gobierno, tras un Consejo de Ministros informal previsto para el 6 de abril.