La Cosa Nostra busca a su próximo padrino tras la muerte del capo Messina Denaro

La nueva mafia mira cada vez más a las finanzas e incorpora a jóvenes con estudios

Muere el capo italiano Matteo Messina, el último padrino, detenido en enero

Matteo Messina, el capo de la mafia que se hizo millonario vendiendo arte saqueado, revela sus secretos

El coche destrozado del juez Falcone después del atentado de la mafia que acabó con su vida ABC/Efe // Vídeo: EP

Ángel Gómez Fuentes

Corresponsal en Roma

Con sangre y atentados, se convirtió en el 'jefe de jefes' de la Cosa Nostra. «Puedo hacer un cementerio con la gente que maté», llegó a decir el último 'boss' de la mafia siciliana. Matteo Messina Denaro, de 61 años, falleció el lunes ... en el hospital San Salvatore de L'Aquila, en una habitación vigilada por cinco agentes, tras pasar ocho meses en la cárcel de máxima seguridad de esa ciudad. A su lado estaba Lorenza, su hija; una sobrina, que era su abogada; y su hermana Giovanna. Otras dos, Patricia y Rosalía, que colaboraron estrechamente con él en la clandestinidad, están en prisión.

Messina Denaro se lleva muchos secretos a la tumba. Su muerte ha supuesto un gran suspiro de alivio para muchos, no solo mafiosos, sino también políticos y empresarios que formaban parte de su red de negocios corrupta.

El último padrino perdió su desafío con el Estado, pero ya hay una nueva mafia que se reorganiza desde su detención.' U'Siccu' (el seco) -él se puso 'Diabolik'-, prófugo durante 30 años, fue arrestado en enero en una prestigiosa clínica de Palermo, La Maddalena, donde recibía tratamiento por el cáncer de colon con metástasis al hígado diagnosticado tres años antes.

Historial sangriento

Messina Denaro fue un sanguinario con medio centenar de homicidios a sus espaldas. Estaba condenado a cadena perpetua por ser uno de los organizadores de los atentados contra los jueces Giovanni Falcone (mayo de 1992) y Paolo Borselino (julio de 1992), y sus escoltas. También había sido condenado por el secuestro y asesinato de Giuseppe Di Matteo (12 años), luego disuelto en ácido. Hijo del jefe mafioso de su ciudad natal, Castelvetrano (provincia de Trapani, Sicilia), aliado histórico de los Corleonesi de Totò Riina, huyó de la Justicia en el verano de 1993, tras ser uno de los organizadores de los atentados mafiosos en Roma, Milán y Florencia.

El día de su detención por los carabineros, le dijo al fiscal Maurizio de Lucia: «Hablaré con usted, pero nunca colaboraré con la Justicia». Desafiante, reiteró a magistrados y carabineros que, de no ser por su enfermedad, nunca lo hubieran detenido. Mantuvo hasta el final su promesa de silencio sobre muchos crímenes mafiosos rodeados aún de misterio. Ante los magistrados, negó siempre su condición de 'boss': «No soy un mafioso». Provocaría risa la declaración del que era jefe de la mafia siciliana, si no fuera porque, en su trágica historia, la fortuna se amasó con extorsión y asesinatos. Los medios italianos cifraron en unos 4.000 millones de euros su patrimonio, gracias al tráfico de drogas, negocios inmobiliarios, usura... El Estado pudo confiscar bienes por valor de cientos de millones de euros.

Cuando los policías entraron en su piso en Campobello di Mazara, cerca de Castelvetrano, encontraron una pistola en un compartimento secreto y un póster de Marlon Brando en 'El padrino' (1972). Messina Denaro estaba considerado hasta su detención como un fantasma. Quiso ser invisible para no hacer ruido y así tutelar mejor sus intereses económicos y los de la Cosa Nostra. Después de muchos viajes en Italia, y seguramente también en Europa, en Grecia, Suiza y España, Messina Denaro regresó de forma permanente a Sicilia en 2020. Para curar el cáncer, se vio obligado a bajar la guardia y sus precauciones. Donde habitualmente residía, Campobello di Mazara, iba incluso al restaurante y hacía la compra.

Ley del silencio

Nadie lo delató. Se imponía la 'omertà', la ley mafiosa del silencio. En sus tres décadas de clandestinidad, gestionó una red oculta, que ha contaminado sectores productivos, con intereses desde el norte de Italia hasta Sicilia. Era una red que se movía a diversos niveles, con políticos, empresarios y masones. Incluso contó con el favor de miembros de las fuerzas del orden, como se ha reflejado en investigaciones policiales, detenciones y juicios. Para toda esa red, la muerte de 'U'Siccu', un personaje carismático, supone un suspiro de alivio, al igual que para la Cosa Nostra, que se siente más libre para reorganizarse.

El mafioso se lleva secretos a la tumba. Su muerte es un respiro para otros criminales y para políticos y empresarios corruptos

Desde Trapani, la provincia siciliana desde la que Messina Denaro extendió su poder, la nueva mafia comenzó a reorganizarse, siguiendo sus principios tradicionales, mirando cada día más a las finanzas, con la incorporación de jóvenes también con estudios, fortaleciendo el puente que Cosa Nostra tuvo con América, alargándolo al mundo árabe.

'U'Siccu' se lleva muchos secretos a la tumba. La luz sobre esos misterios podía estar en la agenda y las cartas del que fue gran capo de la mafia, Totò Riina, conocido como 'La Bestia', que cayeron en manos de Messina Denaro.

Se desconoce quién puede ser su heredero en la Cosa Nostra. Dicen los expertos que en las investigaciones de los magistrados hay algunos nombres de posibles sucesores, pero ninguno definitivo. El gran desafío del Estado es seguir investigando en lo que Messina Denaro se lleva a la tumba, para evitar la reorganización de la mafia siciliana.

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