Nagorno Karabaj, epílogo de un enclave que regó de sangre el Cáucaso

El decreto del jefe de los armenios karabajíes llega tras negociar con Azerbaiyán y las fuerzas mediadoras rusas. Entrará en vigor el 1 de enero de 2024

Casi la mitad de la población de Nagorno Karabaj ha escapado a Armenia por miedo a represalias

Los armenios huyen de Nagorno Karabaj por miedo a represalias

Atasco en una carretera próxima a Kornidzor, de desplazados desde Nagorno Karabaj hacia Armenia efe

Rafael M. Mañueco

Corresponsal en Moscú

El jefe del Gobierno de la administración separatista, Samvel Shajramanián, promulgó este jueves un decreto dando por disuelta la autoproclamada República de Nagorno Karabaj a partir del 1 de enero de 2024. El documento firmado por el máximo responsable de los armenios karabajíes establece ... la «disolución de todas las instituciones y organizaciones gubernamentales» bajo su subordinación. A partir del próximo 1 de enero, «la República de Nagorno-Karabaj (Artsaj) dejará de existir».

«La población de Nagorno Karabaj, incluida la que se encuentra fuera de la república, después de la entrada en vigor del presente decreto, debe familiarizarse con las condiciones de reintegración presentadas por la República de Azerbaiyán para poder tomar una decisión independiente e individual de cara al futuro sobre la posibilidad de permanecer o no en Nagorno Karabaj», se señala en la orden.

Coincidiendo con esta medida, David Babarián, uno de los asesores de la administración karabají se entrego este jueves a las autoridades azerbaiyanas, quienes han anunciado que el empresario y antiguo primer ministro del enclave, Rubén Vardanián, detenido el miércoles por fuerzas azerbaiyanas cuando intentaba pasar a Armenia a través del corredor de Lachín junto con miles de desplazados, ha sido acusado de «financiar el terrorismo» y será juzgado en Azerbaiyán.

Resultado lógico

La disolución de Nagorno Karabaj como ente al margen de Azerbaiyán, en cuyo territorio se encuentra y que la Comunidad Internacional así reconoce, parece unos de los resultados lógicos de las negociaciones que actualmente están llevando a cabo los dirigentes separatistas con representantes azerbaiyanos. El pasado 19 de septiembre, el Ejército azerbaiyano lanzó una ofensiva para recuperar la parte de Nagorno Karabaj que no puso bajo su control durante la guerra de hace tres años. La operación duró 24 horas y acabó con la rendición de los karabajíes, cuyos grupos armados tuvieron que deponer las armas. Inmediatamente después, comenzaron las conversaciones para determinar el encaje de la población de Nagorno Karabaj en el Estado Azerbaiyano.

Mientras tanto, la crisis humanitaria como consecuencia de la avalancha de refugiados se agudiza. El primer ministro armenio, Nikol Pashinián, cree que «en los próximos días no quedarán ya armenios en Nagorno Karabaj» y responsabilizó de ello a Azerbaiyán a cuyos dirigentes acusó de estar llevando a cabo una «limpieza étnica». La portavoz del gobierno armenio, Nazeli Bagdasarián, informó en un comunicado que, a lo largo de este jueves 28 de septiembre, son ya unos 70.000 el número de «desplazados forzosos» que han entrado en Armenia procedentes de Nagorno Karabaj, en donde había 120.000 habitantes antes de esta última ofensiva azerbaiyana. Según Bagdasarián, «aquellos que no tienen un lugar de residencia fijo están recibiendo alojamiento adecuado por parte de las autoridades (…) pero el análisis de las necesidades de apoyo continúa», dando a entender que todavía hay muchos cabos sueltos en la operación de atender a los recién llegados. De esta tarea se está encargando el ministro de Asuntos Sociales, Narek Mkrtchián, a través de una plataforma destinada a determinar las necesidades inmediatas de los desplazados.

Pero la situación en la ciudad armenia de Goris, situada junto a la frontera, tras atravesar el corredor de Lachín, es ya desesperante ante la inmensa avalancha de gente que está llegando desde Nagorno Karabaj. No sólo no hay alojamiento en los hoteles y el que ofrecen las autoridades en centros de acogida es escaso, sino que están empezando a escasear la comida y los medicamentos. La ministra de Educación, Zhanna Andreasián, deploró el miércoles que el número de menores de edad desplazados es «muy grande», según sus cálculos, como un tercio del total. La ONU, Estados Unidos, la Unión Europea están promoviendo misiones internacionales para ayudar a Armenia a hacer frente a esta crítica situación mientras Azerbaiyán insiste en que la población karabají puede quedarse en el clave con garantías de que sus derechos serán respetados. Este jueves, empezaron a llegar a Nagorno Karabaj unidades de la Policía Azerbaiyana.

Final de la influencia

El decreto del jefe de Shajramanián pone fin a 32 años de existencia de un enclave rebelde que se opuso a supeditarse a Bakú. Supone probablemente también el principio del fin de la influencia rusa en todo el Cáucaso Sur en beneficio de Turquía, gran potencia regional ahora. Estados Unidos y la Unión Europea tratan de, como dijo el domingo Pashinián, «recomponer» las alianzas y modificar la situación geopolítica de la zona.

La República de Nagorno Karabaj, cuyo tamaño es parecido al de la Comunidad Riojana, fue proclamada unilateralmente por la mayoría armenia allí asentada en septiembre de 1991, decisión que hizo estallar una sangrienta guerra entre armenios y azerbaiyanos, la primera entre dos repúblicas soviéticas.

Pero el conflicto se gestó mucho antes. En 1921, poco después de que el poder soviético se instalara en Armenia, Azerbaiyán y Georgia, la llamada Asamblea Bolchevique del Cáucaso decidió la anexión a Azerbaiyán de Nagorno-Karabaj y la región de Najicheván. Varias generaciones de armenios han considerado que aquella decisión fue ilegítima como también el órgano que la adoptó.

Tras décadas de guerra, y limpieza étnica, la región sufre un desastre humanitario: Armenia ya acoge a 72.000 desplazados

En 1988, las autoridades de Nagorno-Karabaj solicitaron al Sóviet Supremo de la URSS la integración de nuevo en Armenia. La propuesta provocó la ira popular en Azerbaiyán. La matanza de armenios en la ciudad azerbaiyana de Sumgaít atizó el odio interétnico y, el 2 de septiembre de 1991, Nagorno Karabaj se autoproclamó independiente. La guerra duró casi tres años, causó un éxodo de más de un millón de refugiados azerbaiyanos expulsados del enclave y también de Armenia, y la muerte de más de de 25.000 personas.

El acuerdo de alto el fuego se firmó el 12 de mayo de 1994 gracias a la mediación del Grupo de Minsk (EE.UU., Rusia y Francia). La crisis, sin embargo, se cerró en falso y los enfrentamientos, aunque con menor intensidad, continuaron de forma esporádica como también el goteo de muertos. Durante años, se intentó llegar a un acuerdo definitivo para poner fin al contencioso, pero la propuesta de una amplia autonomía para la región ofrecida por Bakú era una y otra vez rechazada por los karabajíes, quienes, con el respaldo de Armenia, siempre han exigido el derecho a la autodeterminación.

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