Mahmoud Abbas visita al Papa Francisco y le pide que siga solicitando que Israel salga de Gaza

El Vaticano no ha filtrado el contenido de la reunión a puerta cerrada con el Papa Francisco. Sólo se sabe que el Pontífice le ha regalado una escultura de bronce llamada 'La paz es una flor frágil'. El nombre evoca uno de los textos del Magisterio de Francisco en el que presenta la paz «como una flor frágil que trata de florecer entre las piedras de la violencia».

Según fuentes palestinas, durante la conversación Abbas «le ha dado las gracias por sus posiciones a favor de lograr una paz justa en Palestina sobre la base de la solución de dos Estados, un alto el fuego en la Franja de Gaza, la entrada de ayuda a la Franja y hospitales, escuelas y los lugares de culto gocen de toda la protección necesaria».

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Las fuentes palestinas confirman además que el centro de las conversaciones ha sido la guerra en Gaza. Abbas ha dicho que es «necesario detener inmediatamente la agresión israelí contra nuestro pueblo, que se retiren las fuerzas de ocupación de la Franja de Gaza y se acelere la entrada de ayuda humanitaria para evitar un desastre humanitario».

El líder palestino también ha expresado «la importancia del compromiso de preservar el estatus histórico y legal de los lugares santos islámicos y cristianos en Jerusalén, la necesidad de garantizar la libertad de culto y la libertad de acceso a los lugares santos, y preservar la Ciudad Santa frente a políticas unilaterales que afectan la identidad y el carácter cultural de la ciudad».

El portavoz de la Santa Sede ha explicado que Abbas también se ha reunido con el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, y con el ministro de exteriores de la Santa Sede, Paul Richard Gallagher. Ha calificado como «cordial» ese encuentro y ha dicho que durante éste se destacó «la importante contribución de la Iglesia católica en la sociedad palestina, también en la asistencia a la gravísima situación humanitaria en Gaza, donde se espera que haya un alto el fuego y la liberación de todos los rehenes lo antes posible».

«Reiterando la condena de todas las formas de terrorismo, se subrayó la importancia de alcanzar una solución de dos Estados sólo a través del diálogo y la diplomacia, garantizando que Jerusalén, protegida por un estatuto especial, pueda ser un lugar de encuentro y amistad entre las tres grandes religiones monoteístas», añade el comunicado. «Por último, se expresó la esperanza de que el Jubileo de 2025 pueda traer un regreso de los peregrinos a Tierra Santa, que tanto desea la paz», concluye.

Mahmoud Abbas ha llegado al estudio del Papa en el Palacio Apostólico a las 10:40 de este jueves, y ha salido de allí a las 11:20. Como regalos al Papa, le ha entregado un cuadro en el que se ve al Papa ante el muro de Belén, durante su viaje en 2014, otro en el que aparece junto a Abbas, y un icono de San Porfirio, santo patrón de Gaza, que le ha llevado de parte del Patriarca Teófilo III, actual primado de la Iglesia ortodoxa en Jerusalén.

Ha sido la octava reunión que mantienen desde el inicio del Pontificado, en marzo de 2013. Desde entonces, Abbas ha ido siete veces al Vaticano, mientras que el Pontífice lo visitó en Belén el 25 de mayo de 2014. La última reunión entre ambos líderes fue el 4 de noviembre de 2021.

El Papa está permanentemente informado sobre la situación en Gaza, pues a diario contacta telefónicamente a los sacerdotes de la parroquia católica, un lugar donde se refugian entre 500 y 700 personas, la mayoría no cristianos. Asimismo, desde el ataque de Hamás a Israel, puntualmente cada miércoles en la audiencia general y cada domingo en el ángelus, el Papa ha ido solicitando la liberación de los rehenes israelíes que siguen en manos de Hamás y el fin del ataque contra Gaza.

Recientemente, en el libro entrevista «La esperanza nunca defrauda», escrito por el Papa y el periodista argentino Hernán Reyes, el Pontífice dice que «según algunos expertos, lo que está sucediendo en Gaza tiene las características de un genocidio. Debería ser investigado cuidadosamente para determinar si encaja en la definición técnica formulada por juristas y organismos internacionales».