Lula, tras hablar con Putin, invita a Maduro a una cumbre

Maduro ha sido acusado de fraude electoral por la Organización de los Estados Americanos, además de ser señalado por represión y crímenes de lesa humanidad para mantenerse en el poder. Bajo su régimen, se ha producido el mayor éxodo en el continente, con más de siete millones de personas huyendo de Venezuela.

Desde 2019, la comunidad americana se ha unido mayoritariamente en apoyo a los opositores venezolanos liderados por Juan Guaidó, reconocido como presidente interino pero sin poder real. Washington y Brasilia fueron de los primeros en calificar a Maduro como usurpador. Con el cambio de gobierno de Trump a Biden en 2021, Estados Unidos retomó los contactos con la dictadura chavista. Este año, con la victoria de Lula, Brasil ha seguido el mismo camino, pero llevando las relaciones más allá al restablecer no solo los lazos diplomáticos, sino también una alianza más amplia.

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El Gobierno brasileño afirma que espera que este acercamiento permita avanzar en el pago de la deuda de Venezuela con Brasil. Desde 2017, Venezuela dejó de pagar una parte de la deuda que en ese momento se estimaba en más de 260 millones de dólares. Según Reuters, los cálculos realizados por el Gobierno de Brasil y las empresas apuntan a una deuda de 5.000 millones de dólares entre el Gobierno de Maduro y las compañías brasileñas.

Como antesala al viaje de Maduro, Lula da Silva recibió las credenciales del nuevo embajador del régimen de Maduro, Manuel Vicente Vadell Aquino, el pasado miércoles.

Con la salida de Guillermo Lasso en Ecuador, se fortalece el bloque de gobiernos de izquierda en el continente, desde México hasta Chile, que han optado por reconocer a Maduro y mantener relaciones con él, a pesar de las graves acusaciones en su contra, incluso siendo señalado por la fiscalía estadounidense como el líder de un gran esquema de narcotráfico continental.

Por su parte, Lula ya ha generado preocupación en Estados Unidos y sus aliados al mantener relaciones inalteradas entre Brasil y Rusia, en medio de la agresión a Ucrania. Esta semana, ambos presidentes volvieron a hablar, y Lula expresó su voluntad de mediar un plan de paz que, según ha mencionado en el pasado, debería incluir concesiones por parte de Ucrania, el país invadido.