El líder demócrata del Senado, Harry Reid, salva su escaño por escaso margen

Fuentes del Partido Demócrata consideraban esencial para la victoria de Reid que los latinos, que conforman en el estado el 12 por ciento de la población en Nevada, acudieran a votar. Y en parte lo consiguieron, porque los sondeos apuntaban a una participación del votante latino del 16 por ciento, por encima del 15 por ciento logrado en las elecciones presidenciales del 2008.

Durante la campaña, Reid apeló al carácter radical de Angle para pedir que no se le votara, en tanto que la republicana acusó al senador de haber desperdiciado su posición para luchar por la recuperación de Nevada, un estado que sufre un desempleo del 14,4 por ciento. Angle, además, no hizo muchos amigos entre los hispanos, sobre todo tras respaldar la polémica ley antiinmigrante SB 1070 de Arizona y patrocinar polémicos anuncios contra indocumentados. Angle se negó además a repudiar una campaña del grupo «Latinos for Reform», que invita a los hispanos de Nevada a quedarse en casa para protestar por el fracaso de los demócratas en impulsar una reforma migratoria integral.

La victoria de Reid se conoció poco después de saber que los demócratas habían logrado mantener la mayoría en el Senado, por lo que el senador conservará su puesto de liderazgo. No ocurre lo mismo en la Cámara de Representantes, a partir de ahora en manos republicanas, lo que le constará el puesto de presidenta a la demócrata Nancy Pelosi.