Libia ataca con drones a las mafias que trafican con personas hasta las costas de Italia

En 2023, se están batiendo récords de llegadas de pateras a las costas italianas. Desde comienzos de año hasta el 7 de junio, un total de 52.328 inmigrantes llegaron a Italia, embarcados en su gran mayoría en Libia y Túnez, frente a 21.182 en el mismo periodo del año anterior, según datos del Ministerio del Interior. Solo desde Libia partieron unas 20.000 personas hacia Italia en lo que llevamos de año. Viajaron en pequeños y viejos barcos de pesca, en los que se hacinan 500 o más pasajeros.

En la travesía por el Mediterráneo, un mar que se ha convertido en un inmenso cementerio, murieron en este año 978 personas, al naufragar sus pateras, según la Organización Internacional para las Migraciones. Aún quedan en Libia muchos miles de personas, sobre todo de países subsaharianos, que malviven hacinados en lugares infernales, con riesgo de sufrir torturas, extorsiones y violaciones, a la espera de embarcarse con destino a Italia.

Noticia Relacionada

Giorgia Meloni viaja a Túnez para evitar un éxodo migratorio

Ángel Gómez Fuentes

«Los próximos meses nos preocupan, trabajaremos juntos contra los flujos de inmigrantes ilegales», dijo la primera ministra italiana

El Gobierno de la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, está dando apoyo a Libia para detener la salida de inmigrantes. En respuesta a los esfuerzos de Italia, cabe encuadrar la importante operación militar con drones, iniciada el pasado 25 de mayo, contra los lugares controlados por traficantes de seres humanos.

«Los ataques afectaron a lugares de Zuara», a 120 kilómetros de la capital Trípoli, cerca de la frontera con Túnez, informó el canal Libia al-Ahrar, que publicó imágenes de columnas de humo que se elevaban desde dos sitios costeros donde parten los barcos con inmigrantes hacia Italia.

El Ministerio de Defensa del Gobierno de Unidad Nacional de Libia, encabezado por el primer ministro, Abdul Hamid Dbeibé, con sede en Trípoli, que controla la parte occidental de Libia y respaldado por la ONU, anunció que la «operación militar permitió destruir siete barcos para el tráfico de migrantes, seis depósitos de drogas y nueve camiones cisterna utilizados para el contrabando de combustible», según la agencia ANSA. Además, se utilizaron drones turcos Bayraktar TB2, un hecho que lleva a algunos analistas a pensar que fueron dirigidos por técnicos de Turquía, aliado de Trípoli.

«Seguiremos golpeando con puño de hierro», dijo el primer ministro de Trípoli, Hamid Dbeibé, que visita Roma entre el miércoles y jueves, con una amplia delegación, para mantener un encuentro con Meloni en el Palacio Chigi. El objetivo es llegar a un acuerdo para luchar contra los traficantes y evitar la salida de inmigrantes ilegales.

Por su parte, la primera ministra mantiene también buenas relaciones con el general Haftar, que controla la parte oriental de Libia. Haftar ha retenido en la frontera con Egipto a 6.000 inmigrantes, en su mayoría egipcios, antes de que pudieran embarcarse hacia Italia.

Son días decisivos para Italia. Meloni viajó el martes a Túnez para entrevistarse con el presidente Saied, y ahora continúa sus esfuerzos con Libia, después de la entrevista que mantuvo en mayo con el general Haftar, comandante del autoproclamado Ejército Nacional Libio, que controla la Cirenaica, la parte oriental de Libia.

De momento, es un alivio para Italia y Europa la actuación enérgica de las autoridades libias, que administran por separado y enfrentadas las regiones oriental y la occidental de un país sumido en el caos desde la caída del régimen de Gadafi en 2011.