Trump anuncia un acuerdo comercial con Corea del Sur, que invertirá 350.000 millones de dólares en EE.UU.
Washington reduce al 15% los aranceles al sector automotriz surcoreano
Corea del Norte recurre a un ensayo armamentístico para rechazar la invitación a reunirse con el presidente estadounidense durante su gira asiática
Estados Unidos y Japón presumen de «una nueva era dorada» en su alianza
Enviado especial a Busan (Corea del Sur)
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Iniciar sesiónEE.UU. y Corea del Sur han anunciado haber alcanzado un acuerdo comercial tras la visita del presidente estadounidense al país asiático. Según el director de la Política Exterior, Kim Yong-beom, el pacto alcanzado con el gigante norteamericano pretende «mejorar el ... entorno comercial para las empresas coreanas».
Los primeros avances desvelados del acuerdo, que se conocerá en profundidad en los próximos días, señalan que los aranceles recíprocos se mantienen en el 15% y los del sector automotriz se reducen diez puntos del 25% original, lo que permite a Seúl competir con Tokio en el mercado norteamericano.
Además, el diplomático surcoreano ha indicado que «el paquete de inversión financiera de Corea del Sur para Estados Unidos, valorado en 350.000 millones de dólares, consta de 200.000 millones en inversión en efectivo y 150.000 millones en cooperación para la construcción naval». Y añade que, con el acuerdo, se logrado «evitar una mayor apertura del mercado agrícola».
Mucho optimismo y pocos detalles sobre el acuerdo con China en el inicio de la gira asiática de Trump
Javier AnsorenaEE.UU. confía en evitar la imposición de aranceles del 100% a cambio de retrasar un año las restricciones de Pekín a la exportación de minerales raros
A bordo del Air Force One al comienzo de su gira asiática, Donald Trump pedía a la prensa que «difundiera el mensaje» de que estaba «dispuesto al cien por cien» a reunirse con Kim Jong-un. «No hay muchos otros mecanismos aparte de Internet, tienen muy poco servicio telefónico», explicaba. Pero el régimen tiene sus propios lenguajes.
Corea del Norte ha saludado el desembarco del presidente estadounidense en la península con un ensayo armamentístico. Sus fuerzas armadas han disparado un «misil de crucero estratégico mar-superficie» para poner en práctica las mejoras realizadas en los lanzamientos desde buques, según ha informado la agencia oficial de noticias KCNA.
Un proyectil a modo de respuesta, negativa, a los reiteradas invitaciones de Trump a mantener una cumbre improvisada a su paso por la región, como ya hiciera tras el G20 de Osaka en junio de 2019, cuando apareció por sorpresa en la Zona Desmilitarizada de Corea y se convirtió en el primer presidente estadounidense en pisar Corea del Norte.
Este simbólico –y poco más– encuentro supuso el tercero entre ambos, tras los celebrados en junio de 2018 en Singapur y en febrero de 2019 en Hanói; un histórico proceso que fracasó por la falta de acuerdo sobre el objetivo final estadounidense, la renuncia del régimen a sus armas nucleares, y la sucesión de concesiones mutuas hasta alcanzarlo.
En los últimos días Trump había dejado caer la posibilidad de reconocer a Corea del Norte como una potencia nuclear, exigencia explícita de Kim, pero tampoco eso ha sido suficiente para un líder que en los últimos años ha mejorado sobremanera su fortaleza geopolítica en un mundo convulso por la invasión rusa de Ucrania y la rivalidad entre China y EE.UU. «No hemos podido encontrar el momento», ha comentado resignado el presidente.
Agenda cargada
Este peculiar diálogo ha ensombrecido el encuentro que Trump ha protagonizado esta mañana con Lee Jae-myung. El presidente surcoreano ha acariciado su ego concediéndole la más alta condecoración del país, antes de solicitar su autorización para dotarse de submarinos nucleares.
Escuece todavía en Corea del Sur la redada migratoria en la planta de Hyundai en Georgia y el trato proporcionado a sus trabajadores, así como las discusiones respecto a los costes de la presencia militar estadounidense en la península.
Mucho que hablar, por tanto, para el presidente, cuya agenda sigue cargada pese a la negativa de Kim. Mañana se producirá el hito principal de su gira asiática: su encuentro con el líder chino Xi Jinping en la antesala del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) que estos días acoge la ciudad surcoreana de Gyeongju.
Este cara a cara, el primero desde el regreso de Trump al poder, debería oficializar un acuerdo para aplacar las más punzantes disputas entre ambas superpotencias. La última ronda negociadora, celebrada este fin de semana en Kuala Lumpur, sirvió para ultimar una «estructura preliminar» cuyos detalles todavía se desconocen.
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