La Justicia italiana procesa al ex primer ministro Conte por «el desastre» del Covid

Tres años después se cierra la investigación judicial con un resultado clamoroso: procesan a 19 personas, entre políticos y técnicos, destacando entre ellos el entonces presidente del Gobierno, Giuseppe Conte (Movimiento 5 Estrellas), y su ministro de Sanidad, Roberto Speranza; el presidente de la región de Lombardía, Attilio Fontana (Liga) y el consejero regional de Sanidad, Giulio Gallera (Forza Italia). La acusación es grave: presuntos delitos de epidemia culposa agravada, homicidio múltiple e ignorar documentos oficiales.

Según la Fiscalía, las autoridades subestimaron la propagación del Covid-19, a pesar de que los datos disponibles desde hacía semanas indicaban que estaba precipitando la situación en Bérgamo, llamado entonces el Wuhan italiano, en referencia a la ciudad china origen del virus.

En particular, en Val Seriana, donde los carabinieri y la Policía ya habían sido enviados para rodear el área y establecer una zona roja similar a la decidida en Codogno, donde se descubrió el primer contagiado por virus, un italiano de 38 años, el 21 de febrero 2020 . La invocada zona roja, sin embargo, entre Alzano Lombardo y Nembro, a pocos kilómetros de Bérgamo, nunca se estableció.

La investigación judicial se centra precisamente en la decisión de no cerrar esa zona, lo que ocasionó miles de víctimas. De haberse blindado con una zona roja el área que incluye los pueblos de Alzano Lombardo y Nembro, se podrían haber salvado miles de vidas: concretamente, la investigación judicial establece que si la zona roja se hubiera establecido el 27 de febrero, el número de víctimas se habría reducido en 4.148.

A esta conclusión llega el grupo de fiscales de Bérgamo, después de una exhaustiva investigación que ha durado casi tres años: «Las investigaciones -afirma el comunicado de la Fiscalía- fueron articuladas, complejas y consistieron en el análisis de una cantidad significativa de documentos adquiridos e incautados, tanto en papel como en formato electrónico, del Ministerio de Sanidad, el Instituto Superior de Sanidad, el de Protección Civil, la Región de Lombardía, hospitales, así como miles de correos electrónicos y chats telefónicos utilizados por personas involucradas en la actividad investigativa, así como en el testimonio directo de cientos de personas informadas sobre los hechos».

Uno de los innumerables testimonios es el de Francesco Zambonelli, de Villa di Serio, municipio de 6.700 habitantes, que contó la tragedia de su familia en los primeros días de pandemia en febrero 2020: su madre murió tras ser hospitalizada en Alzano, también murió su padre y también su tía que lo visitaba. Y, al no ser sometidos a test del Covid, los parientes que habían asistido al funeral se infectaron y acabaron en el hospital contagiados, en cuidados intensivos.

A pesar de que el número de fallecidos crecía cada día, no se estableció la zona roja en Bérgamo. Con ello se intentó, al principio, evitar un desastre económico con el cierre, dada la concentración de empresas en esa zona de Bérgamo Según algunos documentos, el jefe del Gobierno Conte ya había sido informado de la gravedad de la situación en Nembro y Alzano el 2 de marzo.

Finalmente, cuando la situación se hacía cada día más dramática, en la noche del 7 al 8 de marzo, el entonces primer ministro Giuseppe Conte firmó un decreto más general estableciendo el confinamiento de Lombardía y, en Italia, cierre para universidades, escuelas, teatros, cines. Cabe recordar que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, en Madrid se organizó una manifestación de 120.000 personas, cuando en Italia se habían superado los 10.000 contagiados, y España era el segundo país en infectados, con más de 2.000 casos. Tres días después, el 11 de marzo, el profesor Walter Ricciardi, el asesor para el Covid del ministro de Sanidad, declaraba a ABC: «La manifestación de Madrid fue una imprudencia, una locura. Nosotros dijimos que Italia era solamente el primer país europeo afectado, pero que muy pronto habría sucedido también a los demás países. Los casos que aparecen nos están dando la razón».

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Este jueves, el fiscal jefe de Bérgamo, Antonio Chappani, ha explicado a los medios italianos cuál es el verdadero significado de esta amplia investigación: «El objetivo es hacer conocer a todos lo que pasó, y en particular a las familias de las miles de víctimas de Covid. Hemos hecho luz sobre un período oscuro, el de los primeros meses de gestión de la pandemia, cuando las vidas, aquí en el área de Bérgamo, caían como bolos. La investigación muestra la cadena de errores que se han cometido. Sin esos errores, no hubiéramos tenido todas estas muertes«.

Gran satisfacción por el resultado de la investigación ha expresado la asociación de familiares de las víctimas del Covid-19: «Desde hoy -destacan en un comunicado- se reescribe la historia de la tragedia de Bérgamo y Lombardía, la historia de nuestras familias, de las responsabilidades que llevaron a nuestras pérdidas. La historia de una Italia que ha olvidado lo que pasó en la primavera de 2020, no por el Covid19, sino por decisiones precisas o por falta de decisiones«.

Ahora la magistratura seguirá su curso y decidirá si, además de los errores evidentes, se han cometido delitos, y si hay responsables que podrían haber evitado la tragedia de aquellos días. La Justicia debe diferenciar entre tipo de errores, culpa y delito, determinando, en definitiva, en la medida de lo posible cualquier responsabilidad dolosa. De momento, en total hay 19 personas investigadas, pero no quiere decir que todas se vayan a sentar en el banco de los acusados ante un tribunal, cosa que lo decidirá un juez. De momento,

Italia es seguramente el primer país del mundo en el que la gestión de una pandemia es objeto de una gran investigación y quizás objeto de un proceso. Tras la investigación de la Fiscalía, ahora tiene la palabra el juez, para esclarecer la verdad y que paguen quienes cometieron delito