Lo que se juega el Gobierno de Meloni en Europa

La líder del bloque de derechas ha mantenido una cierta ambigüedad, con diversas caras en ciertos asuntos, tanto nacionales como de política exterior. Por eso, hay gran interés por ver finalmente cuál es su auténtica cara, que inevitablemente la descubrirán los italianos y Bruselas cuando se enfrente a los problemas reales del país y de la política internacional. En cualquier caso, frente a quienes consideran que podría ser muy peligroso el euroescepticismo de Meloni, muchos analistas estiman que se verá obligada a actuar con su cara más moderada.

Giorgia Meloni no podrá cambiar la línea, iniciada por Mario Draghi, de pleno apoyo a las sanciones contra Rusia, según el exembajador en la OTAN y analista de política internacional Stefano Stefanini: «No mantener esa línea le costaría a Italia tanto su relación con la Unión Europea como con los Estados Unidos, y ese es un precio que Roma no puede pagar. Italia no puede permitirse el precio de la discontinuidad en política exterior«. En juego están más de 200.000 millones de euros, en préstamos y dinero a fondo perdido, que recibirá Italia durante cinco años, imprescindibles para reactivar su economía. Además, por su enorme deuda pública (2,7 billones de euros, la segunda de Europa después de Grecia), Italia es especialmente vulnerable si el Banco Central Europeo sigue endureciendo su política monetaria. Para beneficiarse del nuevo sistema de compras de bonos que aprobó el BCE, Italia deberá cumplir con todos sus compromisos con la Unión Europea, incluidas las reformas estructurales que le exige Bruselas.

Desde luego, ninguno en el bloque de derechas pone en cuestión la colocación internacional de Italia , pero una cierta forma de estar en Europa es un capítulo abierto. Por ejemplo, existen dudas e interrogantes sobre Matteo Salvini y Silvio Berlusconi, entre otras cosas, por las relaciones que en el pasado mantuvieron con el presidente ruso Putin. En cualquier caso, los grandes temores suscitados en algunos medios sobre la peligrosidad de un Gobierno encabezado por Giorgia Meloni, son considerados exagerados por diversos analistas. Así lo estima Rosa Balfour, directora del centro de estudios Carnegie Europe: «Italia ha tenido fuertes partidos populistas durante 30 años y, a pesar de varios intentos de socavar el estado de derecho, las instituciones democráticas del país se han mantenido fuertes en gran medida. Una Constitución cuidadosamente elaborada después de la Segunda Guerra Mundial para evitar el regreso del fascismo ha sustentado esta resiliencia».

Giorgia Meloni tiene ya en agenda una serie de encuentros institucionales. «Quieren ser percibidos como un partido con el que se puede confiar para hacer inversiones y gobernar el país», ha dicho sobre Hermanos de Italia, Lorenzo Codogno, exdirector general del Tesoro italiano. Mientras, Guido Crosetto, político y empresario, cofundador de Hermanos de Italia, brazo derecho de Meloni, asegura que gobernarán con la mirada puesta en todos los italianos: «Será un otoño terrible. La pobreza se intensificará, muchas actividades económicas cerrarán... Y si Italia quiere salvarse, si realmente quiere sobrevivir, tendrá que combinar todas las mejores energías. Y todo significa todo«.

Sobre las intenciones de Meloni para formar gobierno, Crosetto explica que contará con los mejores: «No sólo estarán los mejores, sino todos los que pueden tomar un remo, al servicio de Italia. No se puede perder el tiempo. Ahora necesitamos un sentido de comunidad, solidaridad, necesitamos que los más fuertes se carguen a los más débiles sobre sus hombros, necesitamos decir 'basta de egoísmo'. Y sobre todo, hay que decir con total claridad, solo sobreviviremos si estamos juntos».