Israel se prepara para la respuesta de Irán una vez enterrado Haniyeh

Los iraníes investigan lo sucedido y guardan silencio ante el enorme error en la seguridad. El diario 'The New York Times' publicó el jueves una información basada en comentarios de siete expertos en la que aseguraba que a Haniyeh le mató una bomba colocada dos meses antes en la habituación de la residencia de la Guardia Revolucionaria. El portal 'Axios', citando fuentes del Mossad, añadió que el artefacto se activó por control remoto cuando el líder islamista estaba en el cuarto tras tomar parte en la investidura del presidente Masoud Pezeshkian.

En Teherán no es sencillo atreverse a hablar del tema, pero Saadollah Zarei, veterano experto en la región vinculado al diario oficialista Kayhan, contradijo las informaciones del 'Times'. En una entrevista en la televisión nacional, Zarei defendió que se trató de un proyectil lanzado desde el aire y afirmó que «el error de seguridad fue causa del lado palestino».

El periodista iraní Saeed Azimi recogió en el portal 'Amwaj' que, según fuentes de seguridad iraníes de alto rango, «hay sospechas de que el primer círculo de seguridad de Haniyeh, es decir, sus guardaespaldas palestinos, puedan haber tenido algo que ver en el asesinato selectivo. Según la fuente, la evaluación preliminar de Teherán es que se utilizó un pequeño cuadricóptero para atacar al líder de Hamás tras un aviso del equipo de seguridad de Haniyeh». Uno de los guardaespaldas del líder palestino también falleció en la explosión registrada en un edificio de máxima seguridad situado al norte de la capital iraní.

El asesinato de Haniyeh, unido al del comandante de Hizbolá víctima de un misil de Israel en Beirut, han provocado una situación de incertidumbre en el Estado judío. El Ejército está en «máxima alerta», el Reino Unido envió a Tel Aviv a su secretario de Defensa, John Healey, y Estados Unidos anunció el envío de más aviones de combate a la región «para hacer frente a las amenazas de Irán y sus 'proxies' en Gaza, Líbano y Yemen».

Esa incertidumbre sobre el tipo de respuesta que preparan los iraníes al asesinato de Haniyeh ha llevado a las principales compañías aéreas a suspender de manera temporal sus servicios a Tel Aviv y Beirut. Nadie sabe cuándo se puede producir y en los medios locales mantienen que llegará en las próximas horas, una vez finalizado el entierro de Haniyeh.

El jueves por la noche Joe Biden y Benjamín Netanyahu mantuvieron una conversación telefónica, en la que también participó Kamala Harris, en la que «el presidente discutió los esfuerzos para apoyar la defensa de Israel contra amenazas, incluidos misiles balísticos y drones, para incluir nuevos despliegues militares defensivos estadounidenses», informó la Casa Blanca. Biden también insistió en la necesidad de un alto el fuego en Gaza que permita la liberación de los rehenes, pero el diálogo indirecto con Hamás se ha congelado porque Israel ha asesinado en los últimos ocho meses a los dos negociadores islamistas, primero Saleh Al Arouri y, después, Haniyeh.

El portal 'Axios', con buenas conexiones en Washington, aseguró que Biden y sus principales asesores están «profundamente frustrados» por las consecuencias de los asesinatos de Israel en Beirut y Teherán, que tuvieron lugar menos de una semana después de la visita de Netanyahu a Biden y de los que el primer ministro no habló al presidente.

En medio del aumento de la tensión regional, Gaza supera los 300 días sometida a bombardeos, hambre y sed y ahora también un brote de hepatitis A del que ya se han detectado más de 40.000 casos en los colegios de la ONU que funcionan como refugios temporales.

La pérdida de Haniyeh y la de Mohamed Deif, jefe militar de Hamás que habría muerto en un bombardeo en julio según el ejército, dejan a Yahya Sinwar como principal referencia islamista dentro de la Franja. La opacidad sobre los relevos es total en Hamás, pero en los medios israelíes apuntaron a Mohammed Sinwar, su hermano menor, como nuevo responsable del ala militar.