Irán frena sus misiles mientras Israel estrecha el cerco a Jamenei

Cinco días después de descabezar a la cúpula militar de los ayatolás, el Ejército hebreo elimina al nuevo responsable de sus Fuerzas Armadas

Bajo las sirenas constantes, en Tel Aviv caen menos misiles, pero más espaciados

- Vista este martes de un área de la urbe israelí de Bnei Brak. EFE

Mikel Ayestaran

Enviado especial a Tel Aviv

Los misiles de Irán han apagado la vida en Tel Aviv. Las escuelas, como en el resto del país, y comercios han cerrado sus puertas. Bares y restaurantes solo abren por las mañanas, y las noches, que antes eran territorio de la fiesta, son ahora ... momento para los refugios. La sensación en Israel es que la guerra puede durar semanas, no días. A 1.500 kilómetros de distancia, en Teherán, Israel estrecha el círculo sobre Alí Jamenei y, apenas cuatro días después de su nombramiento, asesinó al general Ali Shadmani, jefe del Estado Mayor. Esta es una guerra a distancia, unos y otros se atacan a 1.500 kilómetros de distancia, pero solo muestran las consecuencias de esos ataques que les interesa mostrar.

Con la cúpula militar descabezada y las defensas aéreas anuladas, los israelíes bombardearon un día más Teherán y otros puntos de la república islámica, aunque mantienen pendiente el golpe contra la planta nuclear de Fordow. Los iraníes respondieron con el lanzamiento de misiles, pero cambiaron de estrategia y, en lugar de hacer un lanzamiento de un centenar de proyectiles, fueron espaciando los lanzamientos a lo largo del día. Eso causó menos víctimas y daños, pero provocó más impacto sobre la vida cotidiana, ya que las alarmas sonaron en al menos seis ocasiones.

El Líder Supremo de Irán pensaba poner en manos de Shadmani el Cuartel General Central de Khatam Al Anbiya, el brazo económico más importante de la Guardia Revolucionaria Islámica, pero tendrá que nombrar a un sucesor.

La operación lanzada por Benjamin Netanyahu contra la república islámica va mucho más allá del programa nuclear y en los primeros cinco días ha asesinado a once generales de la cúpula militar, lo que demuestra el alto nivel de infiltración de los servicios de Inteligencia. Sobre el que será nuevo jefe del Estado Mayor iraní, «recomiendo que quien reciba la oferta lo piense bien. Si acepta, se recomienda extremar la precaución», declaró Gideon Saar, responsable de Exteriores israelí.

Esta situación recuerda a la vivida en verano en el Líbano con Hizbolá, cuando Netanyahu dijo que «eliminamos a miles de terroristas, incluido al propio Nasralá, y al reemplazo de Nasrala, y al reemplazo de su reemplazo». Una estrategia que mina al máximo la moral del enemigo.

Los israelíes viven pegados al teléfono móvil, donde reciben las alertas cuando llegan drones o misiles. Los responsables actualizaron el sistema de alerta previa a la sirena e indicaron que, a partir de ahora, se emitirá una alerta diez minutos antes de que un misil iraní active la sirena. Anteriormente, la alerta se emitía entre 15 y 30 minutos antes. Los iraníes han lanzado unos 400 misiles y cientos de drones, según el recuento del Ejército. Ante las Naciones Unidas, su representante defendió que se trata de «autodefensa» tras el ataque sorpresa ordenado por Netanyahu.

Abiertos a negociar

Los responsables de Exteriores de Teherán tienen desde el primer momento una intensa actividad diplomática. El ministro, Abas Araghchi, insistió un día más en que mantienen abierta la posibilidad de retomar el diálogo atómico, aunque nadie escucha al otro lado. Araghchi aseguró que «si el presidente Trump es sincero en cuanto a la diplomacia y está interesado en detener esta guerra, los próximos pasos son cruciales«.

Trump, que abandonó antes de tiempo la cumbre del G-7, dice cada día cosas diferentes sobre la situación y declaró que «no estoy de humor para negociar con Irán». El presidente estadounidense ya no busca un alto el fuego, sino que quiere ver una «rendición total» por parte de Irán, y que Teherán abandone «por completo» su enriquecimiento de uranio.

No están claros los daños sufridos por el programa nuclear iraní hasta el momento. El director del organismo de control nuclear de la ONU aseguró que no hubo daños adicionales desde el viernes en la planta de enriquecimiento de uranio en Natanz, pero que un corte de energía en el sitio «puede haber dañado las centrifugadoras allí». El gran objetivo es la planta de Fordow y el Ejército adelantó que tiene el plan listo para atacar esta instalación nuclear subterránea. Israel trata de convencer a Estados Unidos para que entre directamente en la guerra y lance contra esta planta una megabomba antibúnkeres de 30.000 toneladas.

Con la incógnita de la entrada o no oficial de Estados Unidos en la contienda, Araghchi advirtió del riesgo de que el conflicto se extienda a la región y dejó claro que «la nación iraní se defenderá por todos los medios contra este brutal ataque». El portal Nour News, vinculado al Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, alertó de que el Golfo estaría al borde de la explosión si Washington se involucra en el conflicto.

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