¿Qué Guatemala recibe Bernardo Arévalo?

En política exterior, Guatemala fue contundente con ciertos apoyos en conflictos mundiales y se posicionó del lado de Estados Unidos y las potencias occidentales, siguiendo su tradición histórica en cuanto a respaldo diplomático a naciones como Israel y Taiwán, que vivieron un 2023 complicado. Además, el acercamiento pronto e inesperado con Ucrania le ganó al país un aliado en Europa.

Otro de los triunfos de Giammattei fue la reducción de la violencia. En este gobierno se observó la tasa de homicidios más baja de cualquier gobierno de la era democrática, aunque debe notarse que la tendencia de descenso que se observaba desde el 2009 se estancó. Los números de Giammattei reflejan 16.5 homicidios por cada 100,000 habitantes en 4 años. Su predecesor, Jimmy Morales, terminó su gobierno con una tasa de 25.3 homicidios por cada 100,000 habitantes. Esta continúa siendo una tasa media para la región latinoamericana, pero alta en el mundo.

Sin embargo, el logro más publicitado de Giammattei fueron los resultados en política macroeconómica, como consecuencia, principalmente, de la no intromisión del Ejecutivo en las decisiones del Banco de Guatemala. El éxito fue la estabilidad, a pesar de la pandemia del coronavirus. Guatemala fue el país con la menor recesión durante la pandemia y el de más rápida recuperación. El déficit fiscal, el tipo de cambio y la inflación se mantuvieron controladas y estables, indicadores solo afectados durante el 2022 por factores externos fuera del las manos del gobierno. La variación interanual promedio del PIB se mantuvo en 3.5%.

La gestión de Giammattei le entrega a Arévalo un país dividido, sumido en pobreza y desnutrición y con altos índices de corrupción.

Durante este gobierno, Guatemala pasó del puesto 116 al 127, en el ranking de Reporteros Sin Fronteras, empeorando la libertad de expresión. La persecución de parte del gobierno a reporteros incómodos cuya línea editorial era contraria a sus intereses, resultó en una caída en la clasificación global un ranking global de 180 países, en donde 1 es «libertad de prensa garantizada» y 180 significa «ausencia total de libertad de expresión».

Además, subió la percepción de corrupción entre la población al nivel más alto que ha tenido el país, según el ranking de Transparencia Internacional que mide a 180 países de todo el mundo. Este indicador corresponde a la clasificación de un país relación con los demás países del índice. El gobierno de Giammattei dejó una percepción de 150 sobre 180, mientras que el de su predecesor, Jimmy Morales, salió del gobierno con una percepción de 142 sobre 180 y el anterior, de Otto Pérez Molina –condenado por diversos casos de corrupción– cerró con un 118 sobre 180.

Los casos de desnutrición aguda en menores de 5 años casi se duplicaron: Giammattei cierra su gobierno con 95,8883 casos confirmados, mientras su predecesor —Jimmy Morales— lo hizo con 54,319 casos confirmados en 2019. Durante el gobierno de Giammattei han fallecido, por lo menos, 220 niños menores de cinco años por desnutrición aguda, mientras que más de 71 mil infantes han sido víctimas del flagelo. Las cifras demuestran un rotundo fracaso del gobierno, cuya propuesta de campaña era emprender la «Gran Cruzada por la Nutrición» pero que en la práctica, no hizo más que casi duplicar los casos de desnutrición aguda en niños menores de 5 años y reducir los presupuestos destinados a combatir este flagelo.

Los señalamientos en los últimos años de la gestión de Giammattei hicieron que Guatemala se posicionara como un actor incómodo y a veces hasta escandaloso para diversos actores mundiales, como la OEA, para Estados Unidos y la Unión Europea. La organización Transparencia Internacional catalogó a Guatemala como uno de los 5 países más corruptos de América, junto con Haití, Venezuela y Nicaragua. Tres casos con señalamientos de presunta corrupción en la gestión de Giammattei dinamitaron su imagen a nivel nacional e internacional, pero carentes de investigación por parte del Ministerio Público. Estos casos podrían ser los primeros que el nuevo gobierno busque investigar en su renovada lucha contra la corrupción.