Giorgia Meloni, irritada por su exclusión en los nombramientos de la UE: «Es un error imponer las decisiones de una mayoría frágil»

A Italia le ofrecen una vicepresidencia ejecutiva de la Comisión. Y según ha trascendido en los medios italianos, Giorgia Meloni quiere mantener primero una reunión cara a cara con Ursula von der Leyen, nominada para un nuevo mandato de cinco años como presidenta de la Comisión. Ahora todo es posible, porque la primera ministra italiana exige «más respeto para uno de los países fundadores de la Unión Europea».

Los medios italianos comentan que Giorgia Meloni podría abstenerse durante el Consejo Europeo, donde los líderes de cada país votarán sobre el paquete de nombramientos decidido el martes entre Emmanuel Macron y Mark Rutte por los liberales, Olaf Scholz y Pedro Sánchez por los socialistas, y Donald Tusk por los populares. Giorgia Meloni considera que al menos se podían haber esperado hasta la reunión del Consejo Europeo para anunciar la decisión de los nombramientos.

Furiosa por su exclusión, la primera ministra ha alzado la voz en el Parlamento italiano (en la Cámara de diputados por la mañana, en el Senado por la tarde) y ha dicho basta de adoptar decisiones siguiendo opciones ideológicas. Giorgia Meloni cree que, ante los resultados de las elecciones europeas que ella ganó, caracterizadas también por un fuerte abstencionismo, algunos se siente tentados a querer «esconder el polvo debajo de la alfombra» continuando con una vieja y decepcionante lógica «como si nada hubiera pasado». Giorgia Meloni ha atacado a la UE por haberse convertido en un «gigante burocrático» [solo la gran burocracia de la Comisión Europea cuenta con más de 30.000 empleados y alrededor de 30 directores generales, los verdaderos detentadores del poder].

Según Giorgia Meloni, el principal problema observado en los comicios europeos ha sido una UE siempre «demasiado igual a sí misma y autorreferencial», que no ha adaptado su estrategia a pesar de que el escenario global que la rodea ha cambiado. Una UE que los ciudadanos consideran, en opinión de Meloni, demasiado invasiva a la hora de decidir «qué comer, qué coche utilizar y cómo renovar la casa». La Unión Europea se ha transformado de hecho -ha dicho la primera ministra italiana- «en una especie de gigante burocrático» impregnado de «opciones ideológicas» que han determinado «la distancia que existe hoy entre los ciudadanos y las instituciones comunitarias».

Giorgia Meloni pronostica que la consecuencia de nombrar los altos cargos sin consenso, será la formación de una mayoría «frágil» en el Parlamento europeo. El hecho de que «una parte haya decidido por todos» es rechazado por Giorgia Meloni con estas palabras: «En nombre del gobierno italiano he impugnado y no tengo intención de compartir ni aceptar», afirma afirma de forma perentoria la primera ministra. En su opinión, la mayoría que está a punto de formarse será «frágil y destinada a tener dificultades durante la legislatura europea». Además, el hecho de que no se haya realizado un «cambio de ritmo político» en Bruselas resultará ser un «error frente a los desafíos que le esperan».

Después de su duro ataque, Giorgia Meloni hace propuestas: Reducir la burocracia y estimular la actividad privada. Según la líder de Hermanos de Italia, Europa tiene ahora una «tarea difícil: repensar sus prioridades, su enfoque y su posición geoestratégica». En su opinión, la UE debe «hacer menos cosas, pero hacerlas mejor», es decir, «dejar que los estados nacionales decidan lo que no necesita ser centralizado» para centrarse en aquellas necesidades sobre las que los Estados individualmente «no pueden actuar solos». En otras palabras, Meloni pide a la UE utilizar los principios de «subsidiariedad y proporcionalidad». Hace además, una propuesta político-institucional concreta: la creación por parte de la Comisión Europea de un «cargo específico con la delegación sobre la desburocratización» en la UE. Y añade que resulta esencial que la UE se dote de herramientas para apoyar las inversiones que debe realizar y estimular las inversiones privadas dirigidas a mercados más emprendedores. Todo se puede hacer con el método que este gobierno está aplicando en Italia: «No molestar a quienes quieran emprender». Esto significa, según Giorgia Meloni, «ser atractivo para los demás» y esto se puede conseguir «limpiando la selva burocrática».

En el capítulo de inmigración, una prioridad del Gobierno Meloni, afirma que el primer derecho que se debe garantizar es el de «no tener que emigrar», previendo la construcción de un «nuevo modelo de cooperación con las naciones africanas». Este enfoque se encuentra plenamente «en la agenda estratégica de la UE y en el que Italia ha hecho escuela con el Plan Mattei para África», explicó Meloni. El concepto es claro: los gobiernos africanos «no piden nuestra limosna o caridad, sino proyectos compartidos y no hay nada más concreto que invertir en infraestructuras y energía». Giogia Meloni ha anunciado cambios en la ley que regula el tema de los traficantes de seres humanos: «No permitiremos que las mafias gestionen las entradas en Italia, como lo hacen desde tiempo».

Finalmente, Giorgia Meloni explicó la posición de Italia sobre las guerras de Ucrania y Oriente Medio. En su opinión, defender a Ucrania redunda en beneficio e interés de Europa: «Si se hubiera visto obligada a rendirse, no habría condiciones mínimas para una negociación». Después añadió que «la paz nunca significa rendirse: confundir paz con sumisión crearía un precedente peligroso para todos». Por otro lado, subrayó que a Europa le interesa alcanzar la paz en Oriente Medio basada en el principio de «dos pueblos y dos Estados».