Los gestos de Emma Thompson, la llamada de Lionel Richie, un mago y un antimonárquico: todas las anécdotas de la Coronación

Por primera vez, acudieron a la entronización otras Casas Reales europeas, pero también numerosos miembros de la sociedad civil, anónimos y celebridades. Una lista de invitados variada y casi desenfadada, en la que el recién coronado Carlos hizo un esfuerzo deliberado por acercarse al pueblo -y no sólo al británico-, pero sin dejar de lado la tradición.

Las anécdotas, que hubo unas cuantas, se sucedieron desde primera hora de la mañana. Uno de los momentos más comentados, no podía ser de otra forma, fue la aparición en solitario del Príncipe Enrique, que entró 'escoltado' por sus dos primas, las hijas del duque de York, Beatriz y Eugenia. Con ellas se sentó, en una discreta tercera fila.

Pero más allá de los gestos entre miembros de la realeza, políticos británicos y jefes de Estado (y sus ausencias), si hubo una celebridad que se coló en todas las galerías fotográficas fue la madrugadora actriz Emma Thompson, con su gestualidad y su sonrisa. Algo después de Thompson llegaba a la abadía de Westminster la cantante estadounidense Katy Perry, que tuvo un aparatoso traspiés y se la vio hablar con Edward Enninful, el legendario editor jefe de origen ghanés de 'Vogue Reino Unido'.

Perry, que guarda una relación especial con Carlos III desde 2020, cuando la nombró embajadora del 'British Asian Trust', fue a su vez una de las artistas escogidas para actuar en el posterior concierto de los jardines de Windsor. También lo hizo el músico Lionel Richie, embajador de la fundación creada por Carlos III y que hace tan sólo unos días llevó a su hija Sofía al altar en el sur de Francia.

Richie fue artífice de otra de las curiosidades que trascendió de la jornada, pues le relató a un invitado cómo recibió la llamada del Rey de Inglaterra, que quiso decirle de viva voz que deseaba que cantara en los conciertos de la Coronación.

Entre las figuras de la música más polémicas que asistieron a la ceremonia figura el genial compositor australiano Nick Cave, cuya asistencia fue muy comentada desde que trascendió a los medios de comunicación.

«No soy monárquico, ni un ferviente republicano, pero lo que tampoco soy es alguien tan ideológicamente abducido para rechazar una invitación al acontecimiento histórico más importante de nuestra era en el Reino Unido»

Nick Cave

artista australiano

El artista, que no se considera monárquico, se 'defendió' en redes sociales y publicó el siguiente mensaje dedicado a sus fans: «No soy monárquico, ni un ferviente republicano, pero lo que tampoco soy es alguien tan falto de curiosidad por el mundo y el modo en que funciona, tan ideológicamente abducido y tan malditamente malhumorado como para rechazar una invitación para lo que probablemente será el acontecimiento histórico más importante de nuestra era en el Reino Unido. Y no solo el más importante, sino también el más extraño, el más raro».

Se había especulado mucho sobre si finalmente asistirían o no a la Coronación algunas de las amistades de los Reyes Carlos y Camila, muchas de ellas celebridades. Se vio al dúo televisivo Ant y Dec, que son embajadores y simpatizantes de la organización benéfica del Rey.

Según algunos tabloides, los dos presentadores habrían estado mascando chicle en la cola antes de tomar asiento en la abadía de Westminster. «Nunca crees que puedes llegar a una Coronación», dijo Dec a preguntas de los periodistas. Quien nunca se esperó llegar a la Coronación de Carlos fue Lady Hussey, la mano de derecha de la difunta Reina Isabel II, que además es la madrina del Príncipe de Gales.

Aunque la mayoría de los invitados no han querido hacer declaraciones demasiado 'llamativas', el actor y presentador Stephen Dry, que fue uno de los primeros en unirse a la primera fila de invitados, había bromeado diciendo que «estaba preparado para ser colocado detrás de una columna justo en la parte trasera de la abadía». El mago e ilusionista británico Steven Frayne, más conocido por su nombre artístico Dynamo, otro de los asistentes más curiosos a la ceremonia quiso agradecerle al Rey Carlos III el apoyo que su fundación le había brindado desde hace años: «Cuando nadie me apoyaba, hizo magia real».

Otra de las anécdotas que más resonó fue la de la exmodelo y actriz Joanna Lumley, que describió la histórica estampa como: «Una gran masa de gente proveniente del paraíso». Las palabras de Lumley ya habían causado sensación cuando aseguró, tras asistir a una fiesta celebrada por los Reyes en Sandringham hacía unos meses que «alguien retiró todos los coches de los invitados para devolverlos con los depósitos llenos».

Todo transcurrió según lo previsto, incluidos los gestos de tedio del pequeño Príncipe Luis, y el elegante atuendo de su madre, Catalina de Gales, que llevaba un diseño del fallecido diseñador británico Alexander McQueen. Quizá lo más llamativo fue ver a un sonriente deán de Westminster portando apresuradamente un precioso recipiente de plata con los óleos sagrados para la unción de Carlos III. Los aceites, al final, llegaron a su destino.