La Cámara de Representantes de EE.UU. aprueba una ley que aplaza 45 días el cierre del Gobierno

El Senado deberá ratificar el proyecto de ley antes de las doce de la noche del domingo

Los republicanos más radicales y del ala de Trump son responsables de intentar paralizar las negociaciones

Estados Unidos prepara ya el cierre del Gobierno

El presidente de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Kevin McCarthy, ingresa a la Cámara de Representantes para votar una moción para suspender la sesión mientras se acerca la fecha límite para evitar un cierre parcial del gobierno en el Capitolio REUETERS

David Alandete

Corresponsal en Washington

En una ejercicio excepcional de bipartidismo, demócratas y republicanos se unieron este sábado durante una jornada extraordinaria en el Capitolio para evitar en el último momento el cierre del gobierno federal que estaba programado para la medianoche del sábado al domingo, las seis de ... la mañana de este domingo en la España peninsular.

De una Cámara de Representantes con 435 escaños, sólo 91 diputados votaron en contra de una prórroga de los presupuestos por 45 días. Fueron 90 republicanos y un demócrata. Sólo falta el voto definitivo del Senado, que ya había propuesto un acuerdo bipartidista antes.

En un intento de última hora, el líder republicano en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, convenció a los demócratas para que le apoyaran y aceptaran pactar la prórroga, que no incluye dinero para las ayudas militares a Ucrania.

El motivo por el cual McCarthy tendió una mano a los demócratas es que una decena de diputados republicanos se negaban a aprobar los presupuestos, en un pulso contra su propio líder para que aceptara, sobre todo, profundos recortes del gasto público.

Desde enero, los republicanos tienen mayoría en la Cámara, pero sólo por nueve votos de 435, lo que explica por qué ese grupo reducido dentro del partido tiene este poder de bloqueo. Los demócratas siguen teniendo mayoría en el Senado y controlan la Casa Blanca.

El riesgo era que a medianoche, el gobierno federal norteamericano hubiera quedado sin fondos. Sólo los funcionarios considerados esenciales en servicios de emergencia podrían haber trabajado y cobrado.

Ese grupo de republicanos radicales, alineados con Donald Trump, lleva desde enero amenazando a McCarthy, su propio líder con hacerle caer en una moción de confianza. Ya le obligaron a someterse a 15 votaciones antes de ser confirmado como presidente de la Cámara, algo insólito.

Ayer, uno de ellos, Matt Gates, dijo tras oponerse al acuerdo: «Nadie ya confía en Kevin McCarthy». Era un desafío en toda regla al líder de su propio partido.

Consciente de que se juega el cargo teniendo una mano a los demócratas, McCarthy dijo a la prensa: «Si alguien quiere echarme porque me comporto con madurez, adelante. Yo creo que este país debe ser nuestra prioridad».

Trump, partidario del cierre

El líder en las primarias presidenciales republicanas, el expresidente Trump, había animado a los republicanos rebeldes a que fuercen el cierre del gobierno. Durante su presidencia, entre 2018 y 2019, tuvo lugar el cierre gubernamental más largo de la historia de EE.UU., con 35 días.

Los republicanos de derecha tradicional y centristas han instado a sus compañeros de partido a que desistan de imponer cierres, por el riesgo de una recesión económica en un contexto de elevada inflación y reducción del consumo. El líder de ese partido en el Senado, Mitch McConnell, defendió llegar a un acuerdo.

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