El expresidente filipino Duterte es arrestado y trasladado a La Haya por asesinatos en la lucha contra el narco por orden de la Corte Penal Internacional

«El expresidente Rodrigo Roa Duterte despegó a las 23.03 horas de esta noche y abandonó el espacio aéreo filipino», ha declarado el presidente del país asiático, Ferdinand Marcos, en una rueda de prensa poco después del despegue.

El caso había recobrado vigencia en los últimos días después de que Duterte viajara este fin de semana a Hong Kong, lo que había dado pie a la especulación de que trataba de evadir la orden. El exmandatario protagonizó este domingo un acto ante miles de filipinos residentes en el territorio, la mayoría asistentas del hogar, para hacer campaña por los candidatos de su formación política, el Partido Demokratico Pilipino (PDP), de cara a las elecciones a mitad de mandato que el país celebrará el próximo 12 de mayo.

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Durante su intervención ante la multitud, Duterte defendió de nuevo su «guerra contra las drogas» como un modo de «proteger al pueblo filipino». También reconoció estar al corriente de la orden de arresto emitida en su contra y aseguro que no trataría de evitarla. Así ha sido: la policía le ha arrestado nada más aterrizar esta mañana en el aeropuerto internacional de Manila.

Duterte comenzó su carrera política en la ciudad de Davao, donde su familia gozaba de una posición privilegiada. Desde finales de los ochenta inició una hegemonía casi absoluta en la región, siendo alcalde durante un total de 22 años; cargo que desde 2001 ha permanecido bajo control exclusivo del clan, a turnos entre el propio Duterte, su hija Sara –actual vicepresidenta del país– o su hijo Sebastian, quien hoy lo ostenta.

Durante esa época Duterte se labró fama de líder populista enfrentado a las élites –a las que en realidad pertenecía– con un discurso muy duro en materia de seguridad, en particular contra las drogas. «Todos vosotros que os gustan las drogas, hijos de puta, de verdad que os mataré», proclamó durante la campaña de las elecciones presidenciales de 2016, en las cuales se impuso con claridad. «Hitler masacró a tres millones de judíos [sic; en realidad fueron seis]. Ahora hay tres millones de adictos a las drogas [en Filipinas]. Estaría encantado de masacrarlos», aseguró poco después, ya como jefe de Estado, rango que mantendría hasta 2022, de acuerdo al límite constitucional que impone un solo mandato de seis años.

La investigación de la CPI comprende asesinatos relacionados con esta campaña gubernamental acaecidos desde noviembre de 2011, cuando Duterte todavía era alcalde de Davao, y hasta marzo de 2019. La Coalición Internacional por los Derechos Humanos en Filipinas ha celebrado hoy su arresto como un «momento histórico». «El arco del universo moral es largo, pero hoy se ha inclinado hacia la justicia. La detención de Duterte es el comienzo de la rendición de cuentas por las matanzas masivas que definieron su brutal gobierno», ha afirmado Peter Murphy, presidente de la organización.

El entorno del exmandatario, en cambio, ha calificado su arresto de «ilegal», argumentando que Filipinas abandonó la CPI en 2019. Esta maniobra, orquestada por el propio Duterte antes de abandonar la presidencia, ya fue interpretada en su momento como un intento de prevenir las futuras repercusiones legales de su «guerra contra las drogas». Su sucesor, Ferdinand Marcos Jr., no deshizo la retirada. Aunque este mantiene una tensa relación con el clan y ha expresado su predisposición a colaborar con la investigación, cabían dudas de que llegase a permitir la extradición del acusado para su juicio en La Haya.

De momento, las fuerzas de seguridad han movilizado efectivos adicionales en Davao ante la perspectiva de movilizaciones motivadas por su arresto. A sus 79 años y aquejado de problemas de salud, Duterte había anunciado su retirada de la política, pero el año pasado registró una nueva candidatura a la alcaldía del feudo familiar, acompañado de su hijo Sebastian. Sara, por su parte, ya ha manifestado su voluntad de concurrir a las elecciones presidenciales programadas para 2028.