Si finalmente es declarada esta sentencia, se tratará del castigo más largo declarado desde el inicio de la macroinvestigación sobre el asalto protagonizado por simpatizantes del expresidente Donald Trump, prácticamente el doble de la recibida por Stewart Rhodes, el fundador de otro grupo ultra, los Oath Keepers, condenado a 18 años de cárcel.
Tarrio, quien no estaba presente durante el asalto aunque se le considera 'cerebro a distancia', era uno de los grandes objetivos de la investigación del Departamento de Justicia como líder de este grupo considerado como «neofascista», que «desencadenó una fuerza contra el Capitolio para imponer su voluntad política y deshacer los resultados de una elección democrática», segun el escrito fiscal recogido por la cadena CBS.
Los fiscales piden también 33 años de cárcel para el autoproclamado organizador de los Proud Boys, Joseph Biggs, otros 30 años de cárcel para el presidente de la división de la organización en Filadelfia, Zachary Rehl; 27 años para otro dirigente del grupo, identificado como Ethan Nordean y 20 años para un integrante de la organización, Dominic Pezzola.
La defensa argumenta, por contra, que esta petición de la Fiscalía es demasiado extrema y entiende que todos ellos actuaron «siguiendo las órdenes del comandante en jefe del Ejército de Estados Unidos», en referencia a Trump quien, poco antes del asalto, llamó a sus seguidores a «luchar con uñas y dientes» contra el resultado electoral.
«Los defendidos no son terroristas. Independientemente del exceso de celo demostrado el 6 de enero de 2021, más de una década entre rejas es un castigo excesivo», indican.
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