Cristina Fernández de Kirchner se defiende en el juicio por corrupción: «Es un disparate»

En la que ha sido la última jornada de alegatos de la defensa de la vicepresidenta en el juicio en el que se la acusa de corrupción en la obra pública en la provincia argentina de Santa Cruz, Cristina Kirchner ha reaparecido con fuerza a tres semanas del ataque que se produjo en las cercanías de su domicilio, donde un hombre le disparó con un arma.

Tras la conmoción que generó el ataque en Argentina, el juicio se retomó el pasado lunes en Argentina, cuando comenzaron los alegatos de la defensa. El mes pasado la fiscalía de la causa había solicitado 12 años de cárcel para la expresidenta, además de su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos de por vida.

En una de las primeras frases de su alegato este viernes realizado desde su despacho en el congreso–y que fue el cierre de la ronda de alegatos de la defensa, comenzada esta semana-, Cristina Kirchner explicó por qué había tomado la decisión de hacer un alegato en su condición de abogada. En este sentido, aseguró: «Si no era abogada, hubiese estado en un estado de indefensión frente al alegato del fiscal».

En su discurso del viernes, la vicepresidenta también afirmó: «Me trajeron de los pelos al juicio, esto es un disparate», además de referirse a las «increíbles mentiras» de los fiscales de la causa. «La justicia solo actúa así conmigo», expresó, a la vez que aseguró: «Esta acusación de asociación ilícita no tiene ni pies ni cabeza y es inconstitucional, antirrepublicana y antifederal». Minutos más tarde, llegó a decir: «Este juicio no tiene andamiaje constitucional, es un disparate».

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Además, en su alocución, que tuvo lugar en el Senado nacional, pidió que se investigue a los fiscales por prevaricación. «Voy a solicitar que se extraiga testimonio de cada una de las mentiras de los fiscales contrastadas con los testigos, las pericias, la documentación con la prueba obrante en el expediente y con el derecho», dijo.

«Argentina no sale con esta justicia», expresó la vicepresidenta, quien aseguró sentirse «en estado de indefensión». E insistió en sus críticas a la justicia al hacer referencia a los vínculos de algunos miembros del poder judicial con el poder político, asegurando que hay «fiscales y jueces juegan en la quinta de Macri –el expresidente-». Con este argumento, la funcionaria se refería a la casa de fin de semana el expresidente Mauricio Macri, ya que el fiscal Luciani –fiscal en la causa contra la vicepresidenta-y el juez Rodrigo Giménez Uriburu, uno de los integrantes del Tribunal Oral, formaban parte de un equipo de fútbol que participó de competencias en ese lugar.

Cristina Kirchner hizo alusión también al ataque del que fue víctima a comienzos de este mes. Sobre este tema, señaló: «A partir del 1 de septiembre, me di cuenta que puede haber otra cosa. Desde el ámbito judicial se da licencia social para que cualquiera pueda pensar y hacer cualquier cosa«.

Además, hizo referencia a otro hecho que la tiene como protagonista. «Este año aparecieron afiches en toda la ciudad –de Buenos Aires- con la palabra 'asesina'», dijo la vicepresidenta.

Por otro lado, la exmandataria mencionó a algunos medios de comunicación del país como Clarín y La Nación, acusándolos de estigmatizarla. En este sentido, la vicepresidenta insistió: «Tuve que soportar 25 tapas de diarios». En la misma línea, la funcionaria hizo una comparación entre la situación de la causa judicial y el funcionamiento de los medios y señaló: «No hay tres toneladas de pruebas, lo que sí hay es 30 toneladas de tapas de Clarín, La Nación y alguna otra publicación semanal y se va estigmatizando a una persona».