Crece la cólera del campo francés y europeo con posible extensión a España e Italia

Macron teme que la cólera del campo francés se transforme en un nuevo de fronda nacional, semejante al Movimiento de los «chalecos amarillos», entre finales del 2018 y mediados del 2019

Agricultores se manifiestan en Toulouse

Los logotipos del sindicato de agricultores francés Jeunes Agriculteurs (arriba a la izquierda) y la filial local del sindicato de agricultores francés FNSEA 44 AFP

Juan Pedro Quiñonero

Corresponsal en París

Crece la cólera de los agricultores franceses, cortando autopistas, bloqueando la entrada de grandes ciudades, amenazando con bloquear las entradas en París y anunciando la extensión del conflicto a España e Italia, tras las movilizaciones en Alemania, Polonia y otros países del Este ... de Europa.

Emmanuel Macron teme que la cólera del campo francés se transforme en un nuevo de fronda nacional, semejante al Movimiento de los «chalecos amarillos», entre finales del 2018 y mediados del 2019.

Obedeciendo órdenes de extrema urgencia del presidente, Gabriel Attal, jefe de Gobierno, y Marc Fesneau, ministro de Agricultura, multiplican sus encuentros directos, por toda Francia y París, esperando frenar la cólera creciente.

Christiane Lambert, presidente del Comité des organisations professionnelles agricoles de l'Union européenne y ex presidente de la Fédération nationale des syndicats d'exploitants agricoles (FNSEA, primer sindicato francés), ha declarado tras un encuentro sin soluciones conocidas con Gabriel Attal: «España y Italia se van a sumar al movimiento. Los agricultores españoles e italianos también viven días muy duros. Los agricultores franceses, como la gran mayoría de los agricultores europeos, somos víctimas de los acuerdos y proyectos de la Política Agraria Común (PAC) europea. Por nuestra parte, vamos a presentar una relación de peticiones concretas. Si no recibimos respuesta, está en estudio llegar con las manifestaciones a las puertas de París».

Cortes de tráfico

Desde la mañana del martes, las manifestaciones de agricultores han bloqueado y cortado el tráfico en numerosas autopistas, complicando y paralizando la entrada a grandes ciudades como Burdeos y Toulouse.

El tráfico con España, desde Burdeos y Perpignan ha sufrido cortes aleatorios de relativa importancia. Y el problema puede agravarse.

La mañana del martes, una tragedia dio matices dramáticos, ensangrentados a una manifestación, en el departamento de la Ariège: un automóvil conducido por dos nombres condenados a la expulsión provocó la muerte de una campesina y de su hija de doce años. Sindicatos agrícolas y gobierno reaccionaron automáticamente: «Es un gran drama nacional. Francia está unida en el dolor de la familia».

Arnaud Rousseau, presidente de la FNSEA, resume la situación a media mañana del miércoles: «Tememos que el gobierno no sea consciente de la gravedad de la situación. El campo francés vive días difíciles y está en cólera. Si no recibimos respuestas concretas, rápido, la crisis puede agravarse. Estudiamos llegar hasta París, con nuestros tractores. La presión continuará creciendo mientras Macron y su gobierno den respuestas concretas y se dejen de marear la perdiz con comentarios y nuevas promesas».

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