China advierte a EE.UU. de que sus relaciones están en su «punto más bajo» a causa de Taiwán

Con el fin de rebajar sus múltiples tensiones, que van desde la reclamación china sobre Taiwán hasta la guerra de Ucrania pasando por el comercio y los microchips, Qin Gang recibió al responsable de la diplomacia estadounidense en Diaoyutai, la residencia oficial para huéspedes extranjeros. Marcando distancias desde el principio, Qin no se desplazó hasta el aeropuerto de Pekín para recibir a Blinken a pie de pista, donde solo le estaba esperando el embajador estadounidense en China, Nicholas Burns, y el director del Departamento de América y Oceanía del Ministerio de Exteriores chino, Yang Tao.

Con su histeria habitual, el gallinero de las redes sociales estalló en un debate sobre la falta de alfombra roja y comité de bienvenida para Blinken. Aunque algunos de sus predecesores en el cargo tampoco tuvieron alfombra roja, lo cierto es que el recibimiento fue tan pobre y frío como el estado actual de sus relaciones.

Tras estrecharle la mano al llegar a la residencia de Diaoyutai, el titular de Exteriores chino, Qin Gang, se fotografió con Blinken ante sus respectivas banderas y luego se encerraron con sus delegaciones durante cinco horas y media. Al menos en los primeros minutos del encuentro, abiertos a la prensa, todos los asistentes, salvo Qin y Blinken, llevaban mascarillas por las precauciones contra el Covid-19 que todavía rigen en China, que se enfrenta este mes a una nueva ola de contagios. A un lado de la mesa, Qin Gang junto a su viceministro Ma Zhaoxu y su portavoz de Exteriores, Hua Chunying. Al otro, Blinken escoltado por el responsable de Asia Oriental y el Pacífico, Daniel Kritenbrink, y el embajador Burns. Sobre la mesa, todas las cuentas pendientes.

La primera, y más importante, Taiwán. La reclamación del autoritario régimen de Pekín sobre esta isla, independiente 'de facto' y democrática, es el principal punto de fricción con Washington, que es su mayor aliado político y suministrador de armas y está obligado por ley a defenderla en caso de una invasión china.

Así se lo hizo saber el canciller chino a Blinken. «Qin destacó que las relaciones entre EE.UU. y China están en su punto más bajo desde su establecimiento», reza el comunicado oficial difundido por Pekín. A tenor de dicha declaración, «Qin señaló que la cuestión de Taiwán es el núcleo de los intereses cruciales de China, el asunto de mayor relevancia y el riesgo más pronunciado en las relaciones con EE.UU.». Por ese motivo, instó a Washington a «respetar el principio de una sola China y los tres comunicados conjuntos entre EE.UU. y China, así como a cumplir de verdad su compromiso de no apoyar la independencia de Taiwán».

Menos sustanciosa fue la declaración del portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Matthew Miller, quien tan solo informó de que Blinken «había destacado una serie de asuntos de interés», pero sin detallar cuáles eran.

A pesar de sus diferencias, ambas partes coincidieron en sus respectivos comunicados en que habían mantenido «conversaciones sinceras, profundas, constructivas y largas sobre sus lazos bilaterales y otros importantes asuntos». Recuperando el espíritu del encuentro entre los presidentes Joe Biden y Xi Jinping durante la cumbre del G-20 celebrada en Bali en noviembre, sus responsables diplomáticos acordaron «mantener interacciones a alto nivel«. Para ello, Blinken invitó a Qin a visitar EE.UU. y este se mostró dispuesto a hacerlo en el momento más oportuno para ambas partes.

Con el objetivo muy bajo por sus malas relaciones, la misión de Blinken era restablecer el diálogo para evitar un conflicto. En su comunicado, resaltó «la importancia de la diplomacia en mantener abiertos los canales de comunicación en todos los aspectos para reducir el riesgo de las falsas percepciones y los errores de cálculo».

Para empezar a reconstruir los puentes que han dinamitado durante estos últimos años, ambos se comprometieron a fomentar «más intercambios educativos y entre personas», saludando la llegada de más visitas mutuas de estudiantes, académicos y empresarios. Con el fin de facilitar esta mayor comunicación humana, discutieron el aumento de los vuelos de pasajeros entre los dos países, que se han reducido considerablemente desde la pandemia del Covid-19 y por las restricciones y cuarentenas que imponía China hasta enero.

La segunda jornada de la visita de Blinken continúa este lunes con una reunión con el diplomático jefe de China, Wang Yi, y con un posible encuentro con el presidente Xi Jinping.