La Casa Blanca ocultó el hallazgo de documentos clasificados de Biden

Esto ha provocado una tormenta política en Washington, y ha dado pie a que los republicanos abran una investigación en el Capitolio los republicanos abran una investigación en el Capitolio

La admisión de la Casa Blanca de que mantuvo oculto el hallazgo de documentos clasificados en posesión de Joe Biden antes de que fuera elegido presidente ha provocado una tormenta política en Washington, y ha dado pie a que los republicanos abran una investigación ... en el Capitolio, en una de cuyas dos cámaras acaban de ascender al poder. De momento, el nuevo fiscal especial que investiga estos hallazgos debe esclarecer si Biden o sus abogados vulneraron la ley al encontrar y gestionar esos documentos en noviembre. En la conferencia de prensa en que el fiscal general anunció la apertura de una causa apartada, este admitió que los primeros hallazgos se hicieron hace dos meses, y no se informó a la nación hasta que la noticia se filtró a una cadena de televisión.

Los republicanos en la Cámara de Representantes, que hace solo unos días estaban sumidos en una enorme crisis por su incapacidad de elegir un líder, se han unido ahora en impulsar investigaciones sobre la gestión de esos documentos. Sobre todo, después de que el jueves el fiscal general (ministro de Justicia) Merrick Garland anunciara la creación de una causa independiente que instruirá un fiscal especial, que hará un análisis pericial y puede hasta solicitar interrogar al presidente.

Lo que más critican los republicanos es el secretismo con el que la Casa Blanca se ha manejado en este caso. El 2 de noviembre, abogados de Biden hallaron el primer lote de documentos clasificados, unos 10, en un armario cerrado con llave en un despacho en Washington que el hoy presidente empleó cuando trabajaba para la universidad de Pensilvania, después de abandonar la vicepresidencia en 2017.

Esos papeles deberían haber sido entregados a los Archivos Nacionales cuando Biden dejó de ostentar el cargo de vicepresidente. Ni haberlos entregado puede ser constitutivo de delito.

Los documentos hallados en el armario se entregaron el mismo día a los Archivos Nacionales, y se alertó al departamento de Justicia. El FBI, policía judicial, inicio entonces su propia investigación. Seis días después tuvieron lugar las elecciones parciales en las que los republicanos recuperaron el poder en la Cámara, pero por una exigua mayoría, y fracasaron en su intento de controlar también el Senado.

Sólo el 14 de noviembre, el fiscal general Garland le confía a un fiscal federal, John R. Lausch Jr., de Illinois, una investigación preliminar.

El caso no acaba ahí. El 20 de diciembre, los abogados de Biden encuentran más documentos en su casa en Wilmington, estado de Delaware. Tras el anterior hallazgo en el despacho en Washington, los letrados temían encontrar más papeles, y registraron las dos casas del presidente, una en esa ciudad y la otra en la playa de Rehoboth Beach. Hallaron los documentos en el garaje de la primera, y avisaron al fiscal que investigaba el caso de forma preliminar. Este acabó recomendando el 5 de enero de este año que se abriera una causa especial.

Sólo cuando la cadena CBS revela el primer hallazgo, el 9 de enero, la Casa Blanca admite que se ha abierto una investigación sobre el asunto. El 12 de enero, este mismo jueves, el fiscal general nombra formalmente al fiscal especial Robert Hur.

Estos hallazgos tienen una relevancia especial porque el año pasado el FBI registró la mansión de Donald Trump en Florida para incautarse de documentos clasificados. En su día, Biden llamó a Trump «irresponsable» por esa sustracción de cables secretos y otros papeles.

El jueves Biden respondió a una sola pregunta sobre este asunto tras un discurso sobre la economía y la inflación en la Casa Blanca. Cuando un periodista le preguntó en qué estaba pensando al guardar documentos clasificados en su garaje «junto a su Corvette», que es el modelo de su coche, el presidente respondió: «Mi Corvette está en un garaje cerrado. Así que no es como si estuvieran en la calle». El presidente no dijo nada más después.

El nuevo presidente de la comisión de Control al Gobierno de la Cámara, el republicano James Comer, ha pedido a los Archivos Nacionales y a la Casa Blanca que revelen cómo se gestionó este hallazgo, pues los primeros documentos se encontraron antes de las elecciones parciales de noviembre.

A la dirección de los Archivos Nacionales, Comer le ha recriminado por carta que «se enterara del hallazgo de estos documentos días antes de las elecciones de mitad de mandato de 2022 y no alertara al público de que el presidente Biden estaba posiblemente violando la ley». «Mientras tanto, los Archivos Nacionales instigaron una redada pública y sin precedentes del FBI en Mar-a-Lago —la casa del expresidente Trump— para recuperar otros documentos presidenciales. El trato inconsistente por parte los Archivos Nacionales de la recuperación de registros clasificados en poder del expresidente Trump y del presidente Biden plantea interrogantes sobre la parcialidad política de esta agencia gubernamental», añadió.

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