Biden trata de dejar las manos atadas a Trump blindando la ayuda militar a Ucrania

Biden se puede beneficiar de una reciente sentencia de Tribunal Supremo, dictada por un caso que atañe a Trump, que establece que cualquier medida que un presidente tome en ejercicio del cargo, es legal y por lo tanto le ofrece inmunidad. Cuando esa sentencia se hizo pública, en julio, el presidente en ejercicio la criticó por autoritaria, pero hoy le permite eludir cualquier control sobre los decretos que quiera emitir.

Lo más urgente para el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, que está trabajando a marchas forzadas para ello, es dejar enviados unos 6.000 millones de dólares pendientes en armamento a Ucrania que le ha aprobado el Capitolio, de modo que Trump no pueda congelar nada de lo que ya está concedido.

Así, desde 2022, bajo toda la Administración Biden, EE.UU. habrá proporcionado a Ucrania más de 113.000 millones de dólares en asistencia, lo que incluye ayuda militar, económica y humanitaria. En abril de este año, el Capitolio aprobó un paquete adicional de 61.000 millones de dólares.

El presidente electo Trump ha criticado la magnitud de la ayuda otorgada a Ucrania sin condiciones claras y sin un objetivo definido, como presionar a las partes hacia un acuerdo. Trump ha expresado que Ucrania debería considerar ceder territorios ocupados por Rusia para alcanzar la paz, una postura que contrasta con la postura actual del Gobierno de EE.UU.

Trump prometió en campaña que acabará la guerra en Ucrania en 24 horas, pero no ha dicho cómo. El jueves, habló por teléfono con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski. También ha sido felicitado efusivamente por el ruso Vladimir Putin, que le ha llamado «valiente». En la invasión de Rusia han muerto 115.500 soldados de ese país, ademas de 57.500 ucranianos. Hay además más de 750.000 heridos.

De momento, EE.UU. seguirá enviando a Ucrania en los próximos meses municiones y armas antitanque, como los misiles Javelin. Ucrania ha pedido más vehículos terrestres, así como artillería pesada fabricada por General Dynamics. Además, Ucrania debería recibir más cohetes tipo GMLRS, que han sido utilizados por el sistema de lanzamiento múltiple HIMARS.

Trump también prometió que en su primer día en la Casa Blanca va a levantar todas las restricciones a la perforación de pozos de petróleo y gas en EE.UU., para fomentar la independencia energética. Antes de que eso suceda, la Administración Biden está ya limitando las áreas disponibles para la exploración y extracción de petróleo y gas en terrenos de Alaska cedidos por Trump en su primer mandato.

La Casa Blanca afirma que así busca proteger hábitats críticos para especies como el caribú y el oso polar, y minimizar el impacto en las actividades de subsistencia de las comunidades nativas de Alaska. Durante casi cuatro décadas, se prohibió la perforación en el llamado Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico, que abarca 7,8 millones de hectáreas. Pero en 2017, Trump firmó un decreto que ordenaba al menos dos ventas de concesiones en la llanura costera del refugio, de 700.000 hectáreas, antes de finales de 2024.

Estas maniobras antes de salir de la presidencia no son excepcionales. Por ejemplo, dos semanas antes de que Trump dejara el cargo en 2021, su Departamento del Interior subastó las primeras concesiones para perforar en Alaska a empresas petroleras. Biden suspendió y posteriormente canceló esas concesiones.

Trump se dispone también a ordenar deportaciones masivas, de más de 10 millones de personas, que son los inmigrantes sin papeles que permanecen en EE.UU. tras haber entrado a pedir asilo durante la actual administración. Varios demócratas en el Capitolio han pedido al presidente saliente que facilite la concesión de visados de residencia y trabajo permanente antes de salir de la Casa Blanca.

El presidente puede acelerar las concesiones de ciudadanía, otorgar más permisos de trabajo o revocar un decreto suyo que limita el asilo y facilita las devoluciones en caliente. Gracias a ese decreto, sólo entran en EE.UU. 2.500 personas al día, en un complejo sistema del lotería que no prioriza a los más vulnerables.

No son pocos los grupos humanitarios que están presionando a la Casa Blanca para ello, incluido Amnistía Internacional, que ha dicho esta semana en un comunicado que Biden tiene la obligación ahora de «restaurar el acceso a las peticiones de asilo».

Desde la victoria de Trump, ha ido creciendo una caravana de inmigrantes que, según los medios mexicanos, se dirige hacia la frontera de EE.UU., para poder ingresar y pedir asilo antes de que Biden abandone el cargo. Según esas mismas fuentes, son más de 3.000 las personas que la integran.