TERRORISMO

El terror golpea Bagdad matando a sesenta personas a falta de menos de dos semanas para la retirada americana

Un suicida hizó explotar su carga en mitad de la cola formada por reclutas que aspiraban a enrolarse en el Ejército iraquí

El terror golpea Bagdad matando a sesenta personas a falta de menos de dos semanas para la retirada americana AP

mikel ayestarán

Bagdad revivió las escenas de sus peores días de posguerra. Al menos sesenta personas murieron y más de cien resultaron heridas después de que un terrorista suicida hiciera explotar su carga en mitad de la cola formada por reclutas que aspiraban a enrolarse en el ... Ejército iraquí.

El atentado se produjo a las puertas del edificio que se usaba como Ministerio de Defensa durante el gobierno de Sadám Husein , convertido en centro de reclutamiento y base militar tras la invasión estadounidense del país en 2003. En una zona céntrica, muy cerca de una popular estación de autobuses, y a las siete y media de la mañana, una hora muy concurrida, la acción terrorista combinó todos los factores necesarios para provocar una masacre que eleva a casi doscientos el número de víctimas iraquíes en este mes de agosto . Una masacre que sigue los patrones de los días en los que Estados Unidos mantenía un despliegue de más de cien mil hombres en el país, un despliegue que tampoco lograba evitar los macro atentados en la capital.

Los altos mandos iraquíes asumieron la responsabilidad de lo ocurrido reconociendo que "las medidas de seguridad adoptadas en comparación con el número de voluntarios que se habían presentado no eran suficientes", según el portavoz del centro de operaciones de Bagdad, el general Qasem Ata . En un país con una cifra de paro no oficial que ronda el sesenta por ciento el Ejército y la Policía se han convertido en una salida casi única para gran parte de los ciudadanos en edad de trabajar. Testigos presenciales declararon a los medios locales que las colas ante el centro de reclutamiento eran muy importantes y que la gente había pasado la noche durmiendo en las aceras para poder estar en los primeros puestos a la hora de la apertura de las puertas. Otro portavoz militar, el general Qassim al-Moussawi, apuntó a Al Qaida como la culpable de una de las acciones más sangrientas que ha sufrido Bagdad en este 2010.

Situación «positiva»

En unas fechas marcadas por la inminente salida del país de las fuerzas de combate norteamericanas -el próximo día 31 se celebrará lo que Washington ha bautizado como “transición”-, los grupos armados de la oposición parecen dispuestos a recobrar el protagonismo e Irak vuelve a los titulares a causa de los atentados. Los mandos militares iraquíes discuten públicamente sobre la conveniencia o no de la salida americana –salida que se produce de acuerdo con el pacto de seguridad firmado por George W. Bush y Nuri Al Maliki en 2008-, pero desde Washington se repite por activa y por pasiva que nada modificará el plan previsto porque consideran que la situación de seguridad es “positiva” y "el número de incidentes violentos permanece en sus niveles más bajos desde el inicio de la guerra", aseguró el subsecretario adjunto de la Secretaría de Defensa, Colin Kahl.

Siete años después de la caída de Sadám Hussein las unidades de combate americanas dejan a sus espaldas un país descabezado, sigue sin haber acuerdo de gobierno tras las elecciones del 7 de marzo y esta misma semana se han suspendido las negociaciones entre los dos bloques más votados, y con una situación de seguridad en retroceso con cifras de muertos civiles más altas que en Afganistán en los dos últimos meses. 50.000 americanos se quedarán en el país árabe al menos un año más para completar la formación de las unidades nacionales, aunque el responsable de las fuerzas iraquíes, Babaker Zerbari , pidió al menos que esta presencia se alargara hasta 2020.

Ruptura política

Irak no tiene gobierno y en mitad de la espiral de violencia en la que se encuentra el país la coalición que ganó las elecciones con 91 escaños, Iraquiya, bloque encabezado por el ex primer ministro Iyad Alaui, anunció la suspensión del diálogo con la coalición del Estado de Derecho, del primer ministro, Nuri al Maliki, que obtuvo dos escaños menos. La situación ha entrado en una especie de callejón sin salida y esa inestabilidad en la arena política está siendo aprovechada por la insurgencia para reforzar su posición después de varios meses en los que sus líderes han sido neutralizados uno detrás de otro.

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