Alemania abre la puerta a la inmigración extracomunitaria
Berlín espera captar 400.000 trabajadores extranjeros al año, 35 millones hasta 2035
Corresponsal en Berlín
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Iniciar sesiónCon el objetivo de combatir la escasez de trabajadores cualificados, el gobierno alemán lanzó este martes la que el ministro de Trabajo, Hubertus Heil, presentó como la «ley de inmigración más moderna de Europa». «Competimos con muchos otros países por mentes inteligentes y manos ... amigas», dijo, «conseguir a las personas adecuadas asegurará la prosperidad de Alemania».
Con esta ley se facilitará significativamente la inmigración de trabajadores formados en el extranjero, que según Heil «buscamos masivamente». Para las empresas alemanas pasa a ser muy sencilla la contratación de trabajadores con estudios superiores captados en el exterior, que ingresarán prácticamente de forma automática en el país. Los más buscados son técnicos, ingenieros, informáticos, personal sanitario, de cuidado de ancianos y trabajadores de la hostelería.
Un sistema de puntos inspirado en el canadiense permitirá además llegar a Alemania a trabajadores extracomunitarios en busca de empleo, sobre la base de un sistema de puntos que premia sus competencias lingüísticas y su experiencia profesional, además de su titulación.
Entrará en vigor el 2023 y «veremos sus primeros resultados sobre el mercado laboral en 2025», ha avanzado el ministro, que cuenta con el apoyo de la patronal. La Asociación de Cámaras Alemanas de la Industria y el comercio (DIHK), considera sin embargo el proyecto insuficiente, en lo que respecta a límites salariales y contratación de aprendices. «Con el creciente número de plazas de formación sin cubrir en Alemania, deberíamos ser más pragmáticos y atraer a más aprendices de oficios», ha dicho su director general adjunto Achim Dercks.
Déficit de trabajadores
En un mercado laboral en el que se arrastra un déficit de 7 millones de puestos de trabajo que no es posible cubrir, incluso los sindicatos están de acuerdo. «Como sociedad, nos beneficiamos cuando trabajadores cualificados llegan a Alemania», ha declarado el presidente de IG Metall Jörg Hofmann, «los obstáculos burocráticos, desde las solicitudes de visado hasta el reconocimiento de títulos dificultan la inmigración y con ello el crecimiento. «El actual déficit de personal que sufren muchas empresas pone en peligro su funcionamiento e incluso su existencia», ha justificado Heil, que calcula que Alemania necesita contratar a unos 400.000 trabajadores no pertenecientes a la UE anualmente, o un total de 35 millones, hasta 2035.
Sin la incorporación de estos trabajadores «no está asegurada la transición energética a la que estamos obligados, incluido el desarrollo de las renovables, ni la igualmente imprescindible digitalización de todo el país», ha respaldado el ministro verde de Economía y Clima, Robert Habeck.
En paralelo a esta reforma, la ministra de Interior, Nancy Faeser, está trabajando en una reforma de la Ley de Ciudadanía, de manera que los niños nacidos en Alemania cuyos padres hayan vivido en el país durante al menos cinco años recibirán automáticamente la ciudadanía, se permitan múltiples ciudadanías y quede reducido el tiempo de residencia obligatorio antes de presentar la solicitud. «Cualquiera que viva y trabaje aquí de forma permanente también debería poder votar y ser elegido.
Deben ser parte de nuestro país con todos los derechos y deberes que ello conlleva, y con total independencia de origen, color de piel o confesión religiosa», ha defendido este proyecto el canciller Scholz. Para las personas altamente cualificadas, los límites de ingresos se reducen al nivel más bajo previsto en la directiva correspondiente de la UE correspondiente. Se suprime el control prioritario de entrada y residencia para iniciar un aprendizaje y para las denominadas profesiones no reguladas será suficiente con dos años de experiencia profesional acreditada También es posible una desviación a la baja del umbral salarial si el empleador está obligado por un convenio colectivo. Serán los empleadores los responsables de verificar las habilidades lingüísticas, un elemento que facilitará sin duda este proceso.
Además, se simplificarán las oportunidades de trabajo en general, incluso para los estudiantes. «Por ejemplo, las personas que ingresaron al país para un curso de idiomas también deberían poder trabajar hasta 20 horas a la semana», recoge el documento presentado conjuntamente por cuatro ministros de la «coalición semáforo», en la que el socialdemócrata Scholz gobierna con verdes y liberales.
La única voz discordante es la de la oposición. El líder de la conservadora CDU, Friedrich Merz, reconoce que «necesitamos más inmigrantes cualificados», pero señala que Alemania «no está explotando todo su propio potencial, que sería el primer paso aconsejable».
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