La voladura de la presa amenaza con dejar el sur de Ucrania hecho «un erial»
El Ministerio de Agricultura ucraniano informa que «alrededor de 10.000 hectáreas de campos cultivables se inundaron»
La voladura de una presa en Ucrania sumerge 80 poblaciones y obliga a evacuar a más de 17.000 personas
Las evacuaciones de la zonas inundadas en la región ucraniana de Jersón, tras la voladura en la noche del lunes al martes de la presa de Kajovka, continúan hoy al tiempo que sube el nivel del agua en el curso bajo del río Dniéper ... y empieza a ralentizarse en Nóvaya Kajovka, la localidad que albergaba la presa y la central hidroeléctrica destruida.
Las autoridades prorrusas de la parte de Jersón ocupada por las tropas de Moscú reportan siete desaparecidos a causa de la irrupción del agua y casi 1.300 personas evacuadas. Los servicios de emergencia de Kiev aseguran que en el lado ucraniano, en la margen derecha del Dniéper, son ya unos 1.500 los residentes puestos a salvo, en conjunto unos 2.800 habitantes evacuados hasta el momento.
Refiriéndose a los desaparecidos, el jefe de la Administración de ocupación rusa de Nóvaya Kajovka, Vladímir Leóntiev, sostiene que «eran pastores, estaban allí, unas siete personas a quienes conocemos con certeza y ahora nadie conoce sus paradero». Por su parte, Vladímir Saldo, jefe interino designado por Moscú de la parte ocupada de Jersón, ha declarado que «entre 22.000 y 40.000 personas se encuentran actualmente en la zona del desastre». Se informa también que en el lado ucraniano se inundaron 1.852 casas y en el prorruso 2.700 viviendas.
80 localidades bajo el agua
Hay localidades completamente bajo el agua. El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, las cifró ayer en 80. Las redes sociales muestran a vecinos esperando en los tejados de sus casas inundadas a que lleguen en lanchas los equipos de rescate. En el lado prorruso, Korsunka está totalmente sumergida. En la ciudad de Jersón, bajo control de Kiev, el agua ha llegado al centro, pero los vehículos siguen circulando con las calles anegadas. Las autoridades municipales creen que, en las próximas 20 horas, el nivel del agua en la ciudad puede subir un metro más. Sin embargo, en Nóvaya Kajovka, en donde el agua en el centro alcanza más de un metro, el caudal ha dejado de subir.
Saldo asegura que «la situación operacional-táctica después de la destrucción de la central hidroeléctrica juega a favor de los militares rusos», quienes, no obstante, según la agencia ucraniana UNIAN, se están retirando de la posiciones fortificadas que mantenían en vanguardia y marchan hacia el sur. UNIAN muestra vídeos de cómo los soldados ruso se repliegan con el agua por encima de la rodilla. La cadena norteamericana CNN, citando a funcionarios occidentales, asegura que el Ejército ucraniano va a tener que «reprogramar» sus operaciones en la zona, ya que las inundaciones están dañando puentes y carreteras.
El Ministerio de Agricultura ucraniano informa que «alrededor de 10.000 hectáreas de campos cultivables se inundaron». En la parte de Jersón bajo control de Kiev. La misma fuente asegura además que el 94% de los sistemas de riego en Jersón, el 74% en Zaporiyia y el 30% en Dnipropetrovsk se han quedado sin suministro de agua, circunstancia que, a su juicio, «podría convertir los campos del sur de Ucrania en eriales». Creen que la catástrofe afectará también a la industria pesquera por la muerte masiva de peces en el Dniéper.
Las fuerzas de seguridad ucranianas transportan a los residentes locales en un bote durante una evacuación de un área inundada en Jerson
Las autoridades prorrusas de Jersón han extendido hoy el estado de emergencia a toda la región. Anteriormente, declararon tal situación solamente en el Nóvaya Kajovka y su entorno. Al mismo tiempo, el Comité de Instrucción de Rusia (SK en sus siglas en ruso) ha incoado una causa penal por «terrorismo», por la voladura de la presa. «Como resultado de acciones criminales de las formaciones armadas de Ucrania, se produjo la destrucción de la central hidroeléctrica Kajovka, lo que provocó la inundación de asentamientos en la región de Jersón», señala el departamento. En el texto de la nota no se dice nada de cómo los investigadores pudieron recopilar pruebas tan rápidamente, ir al sitio, realizar comprobaciones y presentar acusaciones contra la parte ucraniana.
Moscú niega cualquier implicación
Moscú niega toda implicación en el ataque contra la presa y culpabiliza de ello a las tropas ucranianas. El representante de Rusia ante Naciones Unidas, Vasili Nebenzia, declaró ayer que Ucrania «admitió en diciembre su intención de volar la presa de Nóvaya Kajovka» y se remite a un artículo del diario The Washington Post en el que se afirma que el Ejército ucraniano incluso llevó a cabo ataques con misiles HIMARS contra una de las esclusas de la presa. La respuesta del representante de Ucrania ante la ONU, Sergui Kislitsia, fue que Rusia «culpa de sus crímenes a los demás» y recordó Mariúpol, Bucha, Izium y la central nuclear de Zaporiyia.
«Permítanme señalar que Rusia ha estado controlando la presa y toda la central de Kajovka durante más de un año. Es físicamente imposible hacerla estallar de alguna manera desde el exterior mediante bombardeos. Ha sido minada y volada por los ocupantes rusos», aseguró Kislitsia.
Canales de Telegram muestran un vídeo, cuya veracidad no está acreditada, del momento, en la noche del lunes al martes, en el que supuestamente explota una parte de la presa, se desmorona parcialmente y termina destruyéndose paulatinamente por el fuerte empuje del caudal de agua. En su alocución diaria del 21 de octubre de 2022, en medio de ataques masivos por parte de Rusia contra las instalaciones eléctricas de Ucrania, Zelenski acusó a las tropas rusas de haber minado la presa y la central hidroeléctrica de Kajovka. Ya entonces dijo temer «una catástrofe a gran escala».
Por su parte, el primer ministro británico, Rishi Sunak, estima que «los ataques a las infraestructuras civiles son espantosos (…), pero es demasiado pronto para confirmar de manera definitiva» que haya sido Rusia. Pero, si se confirmara, añadió Sunak, las autoridades de Moscú «habrían caído aún más bajo». De momento, la Inteligencia estadounidense es la única que apunta a Rusia como responsable de las inundaciones, según NBC News. No obstante, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, reconoció durante una rueda de prensa que Washington no está en condiciones de «decir con seguridad qué ha ocurrido» y espera obtener más información.