PUGNA ELECTORAL EN FRANCIA
François Hollande es criticado por débil e indeciso
J. P. QUIÑONERO
Elegido candidato socialista a la presidencia, François Hollande comienza a ser criticado por las mismas razones que le han permitido presentarse como federador de distintas familias socialistas, con visiones antagónicas sobre la crisis. Hollande consiguió el 56,57% de los votos de la segunda vuelta ... de las primarias presentándose como el hombre capaz de alcanzar una síntesis entre las posiciones antimundialistas de Arnaud Montebourg, las socialdemócratas de Manuel Valls, las populistas de Ségolène Royal y las izquierdistas al viejo estilo de Martine Aubry.
Un día después, Claude Allègre, ex ministro socialista de Educación, comenta: «Hollande es inteligente, sutil y simpático. Pero su comportamiento político siempre se ha fundado en el oportunismo y los compromisos demagógicos». Dominique Reynié, director general de la Fundación por la Innovación Política va más allá: «La primaria es una forma de arbitraje entre ambiciones personales, cuando la autoridad política ha desaparecido». Durante sus largos años de burócrata emérito, Hollande negoció incontables compromisos entre «familias» enfrentadas. Esa táctica de «federador» puede convertirse en un terreno pantanoso, ya que Hollande está condenado a contentar a facciones antagónicas de su partido y electorado en terrenos capitales como la contratación de funcionarios, la creación de empleos subvencionados, la «vuelta» a la jubilación a los 60 años, el «abandono» de la energía nuclear...
Su ambigüedad le ha permitido eliminar a sus rivales socialistas. Pero esa ambigüedad deja al descubierto el flanco de su «izquierda fofa» que le ha criticado Aubry. y pronto tendrá que entrar en un temible «cuerpo a cuerpo» con Sarkozy.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete