«El régimen sirio ha decepcionado a los palestinos»
La represión militar del campamento de refugiados de Latakia abre la brecha entre Damasco y los cuatro millones de refugiados
ROBERTO GONZÁLEZ
Bassem es uno de los 250.000 refugiados palestinos que viven en el campamento de Al-Yarmuk, en Damasco . Uno de los cuatro millones de refugiados que viven en Siria, repartidos la mayor parte de ellos en 16 campamentos a lo largo y ... ancho del país. Más de cuatro millones de personas que, a tenor de la represión del Ejército sirio contra los palestinos de Latakia, han cobrado especial protagonismo estos días en el conflicto que sacude a Siria por quinto mes consecutivo.
Bassem es un conocido activista en Al-Yarmuk abiertamente opositor. Siempre lo fue. Está seguro de que la revolución le ganará el pulso al régimen . «Todo el tiempo que transcurre corre a favor de los manifestantes y en contra del Gobierno», confiesa.
Hace un mes escaso volvió a ser detenido por segunda vez. En un control, las autoridades revisaron los contactos de su móvil y encontraron «muchos números comprometedores». «Me confié demasiado», cuenta. Permaneció siete días en prisión esta vez. «Me trataron bien. Seguramente por mi edad [sonríe]». Las canas han conquistado su cabellera. Bassem está al borde de la cincuentena. Algunos de sus compañeros de desventuras no corrieron la misma suerte. Golpes y malos tratos. «Dentro no hay ningún tipo de ley. Es la selva», indica.
La disyuntiva
La minoría palestina en Siria continúa en una disyuntiva. ¿Seguir fiel a un régimen que les ha dado una acogida notoriamente mejor que el resto de países árabes y que apoya con fuerza su causa o unirse a la revolución? Hasta el momento, la mayor parte de la comunidad opta por la primera opción. Sin embargo, apunta Bassem, las cosas están cambiando. «Tras más de 30 años de palabrería , no se ha llevado a cabo ni un solo gesto real para devolver los Territorios Ocupados Palestinos, ni siquiera El Golán. Muchos pensamos que Israel y Siria son los protagonistas de un circo que beneficia a ambos».
En este sentido, Bassem recuerda las declaraciones de Rami Makhlouf, primo del presidente Al-Assad, en las que dijo que «si no hay estabilidad en Siria, tampoco la hay en Israel; son una prueba de esa conexión». Desde el comienzo de la crisis en el país, Tel Aviv ha mantenido un prudente silencio al respecto.
Marionetas de Damasco
Según este activista, muchos palestinos se sienten marionetas en el conflicto. Al comienzo de las revueltas, la consejera presidencial Butheina Shaaban acusó a los palestinos de Latakia de la muerte de más de 10 personas en esta ciudad costera. Posteriormente, en mayo y junio, activistas sirios y palestinos actuaron de modo conjunto en El Golán . Las autoridades locales no se lo impidieron. Fue la primera vez que ha ocurrido en la historia reciente de Siria. El atrevimiento les costó la vida a 32 jóvenes por disparos del Ejército israelí. «El régimen mandó un mensaje al mundo con aquellas decisiones: Si nosotros caemos, cae Israel», apunta Bassem. El 6 de junio, durante el multitudinario entierro de las víctimas, en Al-Yarmuk se incendió. Los familiares y vecinos culpabilizaron a fuerzas políticas palestinas de « enviar a los chicos a la muerte para su beneficio y el del régimen », prosigue Bassem. Durante un día de disturbios en el campamento, murieron 14 personas. «Por aquel entonces muchos palestinos se dieron cuenta de que estaban jugando con ellos».
En Al-Yarmuk se han producido manifestaciones en solidaridad con sus compatriotas palestinos de Latakia. A pesar de no haber sido multitudinarias, para Bassem supone un gesto muy importante. «Estamos esperando a que Damasco sea liberada para salir en masa. Yo calculo que un 10% de la población en Al-Yarmouk está participando en las protestas y vecinos me han comentado que los imanes de determinadas mezquitas del campamento han empezado a emitir discursos en contra del régimen».
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