Zelenski denuncia que Rusia «ha comprado hornos crematorios para esconder a los muertos»

Zelenski se muestra seguro de su ejército y del pueblo ucraniano ante el avance de las tropas rusas. «Nadie que esté aquí pude saber del futuro o tiene respuestas verdaderas», afirma.

«Tengo miedo por la vida de mi familia, pero como presidente no tengo derecho a estar asustado», ha añadido el mandatario ucraniano.

Como ya es costumbre desde hace una semana, Zelenski utiliza las redes sociales, en particular su canal de Facebook, para informar sobre la situación de la guerra en su país. Este jueves ya había aparecido en esta red social otras dos veces, la primera de madrugada para cifrar en 9.000 las bajas rusas desde el inicio de la invasión -hoy se cumple una semana- y alertar de que Moscú impondrá la ley marcial este jueves , según datos de inteligencia recogidos por las autoridades ucranianas. Y la segunda, a mediodía para reafirmar que Rusia sigue atacando con artillería y misiles varias ciudades al este del país.

«Hemos sido muy fuertes, hemos sobrevivido y seguiremos en pie», dijo antes de incidir en que las fuerzas ucranianas han logrado preservar todas «las líneas de frente». Zelenski prometió que «reconstruirá cada edificio» destruido por el Ejército ruso y aseguró que será Rusia quien pagará por ello. «Vamos a reconstruir cada edificio, cada calle, cada ciudad, y le decimos a Rusia: aprendan la palabra 'reparación'», declaró Zelenski en un mensaje por vídeo. «Nos van a reembolsar por completo todo lo que han hecho contra nuestro Estado, contra cada ucraniano», agregó.

También pidió ayuda internacional y que el ataque ruso acabe inmediatamente. Aseguró a su ciudadanos que van a continuar recibiendo sus salarios y pensione s aunque no puedan ir a trabajar. «Nosotros no tenemos miedo. Rusia no tiene nada que hacer en nuestra tierra. Iros a casa y protejan a su propia gente», sentenció.

El asedio contra Kiev continúa . La capital ha sufrido nuevos bombardeos durante la madrugada de este jueves. «Nuestros sistemas de defensa aérea han funcionado», destacó el presidente al tiempo que reconoce que las ciudades de Chernihiv, Sumy y Mykolaiv «están aguantando».

«Quieren destruir nuestra Odesa, pero sólo la verán desde el fondo del mar Negro, porque están en el fondo», aseguró. Pero Rusia está preparando el desembarco en la costa de la ciudad portuaria donde ya se han detectado cuatro navíos de desembarco rusos de gran tamaño y tres lanchas rápidas armadas con misiles.

Zelenski aprovechó también la transmisión para acusar al Kremlin de tener entre sus objetivos la Iglesia de la Asunción de Járkov y recordó que el lugar «es un refugio» para la población. «Restauraremos la catedral para que no quede ni una traza de la guerra. Incluso si destruyen todas las catedrales e iglesias, no destruirán nuestra fe sincera», zanjó.

Minutos antes, el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov , compareció ante los medios desde Moscú y no le tembló el pulso para calificar de «asesinos» a los que «se pongan del lado de Ucrania».

Lavrov dijo que Occidente está «tratando de imponernos su propia visión del futuro de Europa» y que las Fuerzas Armadas ucranianas «están utilizando a civiles como escudos para frenar a las tropas rusas» .

El ministro de Exteriores ruso afirma que Rusia está dispuesta al diálogo pero no detendrá la operación militar en Ucrania hasta que no cumpla sus objetivos. «Estamos dispuestos a negociar, pero continuaremos nuestra operación, porque no podemos permitir que en Ucrania exista una infraestructura que amenaza a la seguridad de Rusia. La desmilitarización será llevada a término con la eliminación de esta infraestructura y armamentos», ha indicado a los medios internacionales.