«Venga a comisaría que le hacemos un test de virginidad»
Anclados todavía en los usos adquiridos durante el régimen de Ben Alí, los policías siguen aferrados a la corrupción y el soborno
luis de vega
“No puedes ir en taxi con dos extranjeros” , le dijo el agente de policía a Amina mientras la invitaba a bajar del vehículo el pasado mes de mayo. El rifirrafe que se produo entonces refleja el impasse en el que se encuentra actualmente ... Túnez, recién salido de una dictadura en la que los funcionarios hacían y deshacían a su antojo.
Amina -prefiere que su nombre real no se publique- sabe que no hay ninguna ley que le impida ir con extranjeros . Así se lo hizo saber al policía mientras este le pedía que llamara a alguien de su familia para que vinieran a recogerla. Ante la negativa de la joven, el contraataque fue más sorprendente todavía.
“Entonces debe usted acompañarme a comisaría para que le hagamos un test de virginidad que nos confirme que no se ha acostado con ninguno de sus dos acompañantes”, le espetó el funcionario de Interior dando muestras de querer seguir imponiendo la ley de la corrupción y el soborno. “Lo hacen por eso, no porque traten de cuidar la moral o la religión”, afirma Amina.
“No soy una menor. No llamaré a mi familia ni le acompañaré a ningún sitio. No he infringido la ley”, zanjó Amina en tono firme, lo que obligó al policía a dejarla seguir “haciéndole un favor”.
Amina vive sola en un piso de alquiler aunque es soltera, tiene 23 años y habla árabe, francés e inglés. Hubiera acabado el año pasado su postgrado en Lingüística en el campus de Manuba, junto a la capital, de no haber sido por los graves incidentes causados durante meses en el recinto universitarios por los salafistas .
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