LONDON SCHOOL OF ECONOMICS
Tony Travers: «Muchos pobres se sienten asqueados por lo ocurrido»
«En realidad se trató de gente que actuó mal, sin más. Los ricos también se comportan mal, aunque son menos criticados por ser ricos»
Tony Travers: «Muchos pobres se sienten asqueados por lo ocurrido»
Tony Travers es uno de los principales expertos en sociología y urbanismo de Londres, una ciudad de 7,8 millones de habitantes que durante 3 días se vio sumida en el pillaje y el miedo. Es profesor en el centro de exclusión social de la ... prestigiosa London School of Economics y autor de libros como «Londres: planificar la ciudad ingobernable».
—¿Cuál es el contexto de la ola de violencia?
—Londres siempre ha tenido disturbios. Desde hace dos o tres siglos, forman parte del funcionamiento de la ciudad. A la hora de buscar las causas, desconfío de quienes atribuyen lo ocurrido a una variable u otra. Es una salida fácil para los políticos, pero debemos ser prudentes. En todo caso, no me parece que haya que hablar de un fenómeno social. Algunos de los detenidos tienen estudios universitarios. Es verdad que participaron muchos jóvenes y niños con familias desestructuradas, pero otros han tenido modelos de conducta adecuados. Muchos de los responsables no son descastados sociales. Hay mucha gente pobre en Londres, pero la mayoría de estas personas, no solo no participaron en los disturbios, sino que se sienten asqueados por lo ocurrido. Debemos apuntar más a partes de la sociedad británica a las que habíamos abandonado y que permanecían invisibles.
—¿Qué papel jugaron los fuertes contrastes que hay en Londres entre ricos y pobres?
—Londres es diferente a muchas otras grandes ciudades. Aquí los ricos y los pobres viven muy cerca unos de otros. Muchos consideran que esto es algo positivo porque se evita la consolidación de guetos. Otros dirán que esa proximidad agrava las diferencias. Es posible que la peculiar estructura de Londres genere envidias. Pero creo que, visto en conjunto, es un atributo positivo.
—Algunos hablan de «rabia social» y de un deseo consumista de «tener» tanto como los ricos…
—No estoy de acuerdo. Todas nuestras sociedades se rigen por el deseo de comprar y consumir. Es demasiado simple para explicar por qué la gente rompe escaparates. En realidad hablamos de gente que actuó mal, sin más. Los ricos también actúan mal, pero no se critica tanto porque son ricos. En este caso, quienes más han sufrido la violencia han sido personas pobres de diferentes etnias, gente trabajadora. En general, no atacaron los símbolos del Estado ni los símbolos de los ricos. Asaltaron tiendas de ropa, de deporte y de electrónica.
-¿Qué tienen en común los barrios donde se originaron los disturbios?
-Los hechos ocurrieron sobre todo en barrios desfavorecidos, aunque hubo también incidentes en otros como Notting Hill. Se trata de zonas más pobres que muchos barrios de la ciudad, pero no las más pobres de Londres. Son áreas donde se ha producido un aburguesamiento o “elitización” con la llegada de profesionales de clase media en busca de alojamiento más barato. Ha ocurrido en Brixton o en Tottenham, dos de los epicentros de la violencia, que ahora son zonas de mayoría blanca. Lugares como Hackney [zona cero de los disturbios, en el noreste de Londres] tienen los niveles más elevados de gasto público de todo el Reino Unido, mientras que los niveles más bajos se encuentran en los barrios ricos de la capital. Existe una fuerte redistribución de las rentas.
-¿Y cree que la política de recortes del gobierno Cameron tiene relación con lo ocurrido?
-Es un hecho que el Reino Unido atraviesa un periodo de recortes desde el 1 de abril de este año. Por tanto, ha tenido que haber un cierto impacto en los programas juveniles en los barrios afectados, y el gasto público total de los ayuntamientos será menor que en 2010. Pero hay que entender que los niveles de gasto público el año pasado fueron un 60% más elevados que hace diez años. En términos reales, el presupuesto público en hospitales es un 50% más alto que hace una década, y el de educación un 60%. Sea lo que sea que haya ocurrido, es algo que se ha gestado durante varias Administraciones.
—¿Debe el Reino Unido cambiar su tradición policial?
—Los sondeos indican que la gente quiere medidas más draconianas por parte de las fuerzas del orden, pero los propios policías y los políticos se resisten a ser más duros y defienden la cultura de «policía por consentimiento». Habrá un debate en el corto plazo, pero no creo que cambie en el largo plazo.
Ver comentarios