Papandreu gana el voto de confianza y propone un gobierno de consenso

Finalmente, el Pasok cerró filas en torno a su líder, aunque solo después de anunciar que facilitará la formación de un nuevo Gobierno «fuerte» y de «amplio consenso» del que, según sugirió, él podría no formar parte. «No estoy atado a mi silla», aseguró.

Los diputados socialistas más críticos habrían vinculado su apoyo en la votación a que Papandreu ofreciera una «hoja de ruta» concreta con los pasos a dar para propiciar un Gobierno de consenso para unos meses. Una exigencia que llevaría implícito el adiós de Papandreu, porque el partido mayoritario de la oposición, los conservadores de Nueva Democracia, siguen exigiendo su dimisión . Su líder, Antonis Samaras, aseguró ayer que «se han caído las máscaras. Papandreu rechazó nuestra propuesta. La única solución son las elecciones».

Sin despejar aún la incógnita de si continuará aferrado o no a su cargo, Papandreu anunció que en la mañana de hoy sábado despachará con el presidente de la República, Carolos Papulias, para presentarle sus planes. Según explicó su ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, este nuevo Ejecutivo únicamente gobernaría hasta finales de febrero. Fuentes citadas por Reuters aseguraron que, si Papandreu finalmente arroja la toalla, el propio Venizelos sería el candidato elegido para encabezar el gabinete.

En su intervención ante el Parlamento, Papandreu aseguró que, a pesar de la convulsión provocada por su convocatoria de referéndum, sigue pensando «sería mejor que los griegos decidiesen su propio futuro». Sin embargo, reconoció que la aprobación del plan de rescate es una «prioridad nacional» porque da «seguridad» al país. El acuerdo permite a Grecia eliminar «gran parte» de sus préstamos y contempla intereses «muy bajos. Nos hace el camino más fácil para los próximos años», señaló.

El nuevo Gobierno de transición, con o sin Papandreu, tendrá la tarea de consensuar y aprobar las leyes necesarias para cumplir los requisitos exigidos por Bruselas para recibir el rescate y esquivar una quiebra desordenada.