Somalia se encomienda al cielo para frenar la amenaza islamista
Estados Unidos confirma el envío de cuatro aviones de combate no tripulados a Uganda y Burundi
EDUARDO S. MOLANO
Denostado por la comunidad internacional, el Ejecutivo somalí se encomienda al cielo. Tan solo un día después del nombramiento de Adiweli Mohamed como primer ministro, el Departamento de Estado norteamericano confirmó este miércoles el envío de cuatro «drones» -aviones de combate no tripulados- ... a Uganda y Burundi para frenar la amenaza islamista que se cierne sobre Somalia.
En la actualidad, ambos países conforman la base operativa de las tropas de la Unión Africana en territorio somalí (Amisom) . Una misión compuesta por cerca de 9.000 combatientes, pero que se enfrenta a graves problemas financieros. No en vano, a comienzos de mes, el mando burundés denunciaba que, desde enero, la totalidad de la tropa se encontraba en suspensión de pagos.
Así que ante estas miserias económicas, la ayuda exterior (los cuatro «drones» se encuentra valorados en 45 millones de dólares) comienza a ser bienvenida. Aunque los lazos militares, lo cierto, es que ya gozaban de pasado evidente.
Pese a que el empleo de «drones» no fue confirmado hasta 2009, su uso se remonta a 2006
Pese a que la utilización de «drones» estadounidenses en el espacio aéreo somalí no fue confirmada hasta octubre de 2009, con el derribo de uno de ellos en la localidad de Kismayu, como denuncia Mary Ellen O’Connell -miembro de la American Society of International Law-, su uso se remonta a 2006 . Sin embargo, para la analista, es ahora cuando parece haberse acrecentado. Sobre todo, ante el peso específico logrado en la región por el mando de Estados Unidos para África (Africom).
A día de hoy, esta comandancia -en teoría, destinada a abrir vías diplomáticas con los conflictos regionales- dispone de cerca de 3.000 efectivos militares afincados en la costa de Yibuti. Y la ayuda humanitaria no parece ser su única seña de identidad.
Precisamente, desde el campamento yibutiano de Lemonnier se dirigió, en abril de 2009, el rescate del capitán Richard Phillips , secuestrado por piratas somalíes. Y precisamente, desde esta base, partieron los cuatro helicópteros que, solo cinco meses después, acababan con la vida de Saleh Ali Nabhan, por aquel entonces líder de operaciones de Al Qaida en el Cuerno de África.
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