Assad acepta el plan de paz de Kofi Annan para detener la represión en Siria

El propio Annan ha confirmado el hecho desde Pekín, donde se encontraba hoy para tratar de convencer al gobierno chino de que apoyen sus esfuerzos mediadores. «Hemos tenido muy buenas conversaciones sobre la situación en Siria, y nos han ofrecido su pleno apoyo. Van a trabajar conmigo y los otros miembros del Consejo [de Seguridad] para asegurar que el plan de seis puntos sea llevado a la práctica», ha dicho el ganés, en referencia a las autoridades chinas.

El plan contempla «conversaciones políticas, retirada del armamento pesado y las tropas de los centros de población, que se permita el acceso sin restricciones de la asistencia humanitaria , y libertad de movimiento y acceso para la entrada y salida de periodistas», según Annan.

El propio presidente sirio, Bashar Al Assad, ha visitado hoy la ciudad de Homs, duramente castigada por las tropas gubernamentales durante los meses pasados (ayer mismo, los bombardeos del ejército dejaron un saldo de una decena de muertos en esta misma ciudad). Según la agencia oficial SANA, Bashar ha caminado por el barrio de Baba Amro , que permaneció durante meses en manos de los insurgentes del Ejército Sirio Libre hasta que las tropas regulares lo recapturaron a principios de este mes. «La vida regresará a la normalidad en Baba Amro, incluso mejor que antes», les ha dicho a algunos residentes el presidente sirio, quien también ha visitado a algunas unidades del ejército acantonadas allí.

Pero esa tranquilidad es solo aparente. Al menos trece personas, entre ellas cuatro soldados gubernamentales, han muerto entre ayer y hoy en todo el país, incluyendo el barrio de Jalidiyeh , en Homs, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Hoy, la ONU ha revisado sus estimaciones sobre la cantidad de civiles muertos desde el inicio de las protestas en Siria, elevando el número a «más de 9.000», según Robert Serry, Coordinador Especial de la ONU para el proceso de paz en Oriente Medio.

Además, el ejército sirio penetró ayer presuntamente en territorio libanés, para atacar a grupos de rebeldes agrupados allí. «Más de treinta y cinco soldados sirios cruzaron la frontera y comenzaron a destruir casas» , indicó a agencias Abu Ahmed, vecino del área de Al Qaa. Otro residente aseguró que los soldados dispararon varios lanzacohetes e intercambiaron fuego de ametralladora pesada con los rebeldes, y que destruyeron una casa con un bulldozer. De acuerdo con otros vecinos, las tropas sirias permanecieron entre doscientos y quinientos metros dentro de Líbano durante algún tiempo.

La situación amenaza con desestabilizar al Líbano, donde se han instalado varios miles de refugiados sirios a lo largo de este año, y donde, a diferencia de Turquía, no existe una política de asentamiento para los desplazados, que son obligados a sobrevivir por sus propios medios y redes familiares y amistosas.

Además, las autoridades sirias prohibieron este fin de semana viajar al extranjero a todo hombre en edad militar -entre 18 y 42 años-, según confirmaron ayer las autoridades libanesas. Esto podría tener importantes consecuencias para ambos países, puesto que los jóvenes hombres sirios son una importante fracción de la mano de obra no cualificada en Líbano, y las remesas que envían a casa suponen uno de los pilares básicos de la economía de Siria. De acuerdo con las autoridades fronterizas, el tráfico en la principal carretera entre Beirut y Damasco se ha reducido en un 60 % desde la entrada en vigor de la normativa.