Toneladas de restos del tsunami de Japón flotan en el Pacífico hacia EE.UU.
Avistado a 3.000 kilómetros de la costa nipona un bote pesquero de Fukushima entre los islotes de escombros, que llegarán a la costa oeste americana en dos años
Toneladas de restos del tsunami de Japón flotan en el Pacífico hacia EE.UU.
Botes pesqueros, esqueletos de barcos, tejados despintados, redes de pesca, muebles destrozados, neveras vacías, televisores con la pantalla rota, lavabos resquebrajados y un sinfín de escombros. Mecidos lentamente por las corrientes marinas, grandes islotes de restos procedentes del tsunami que barrió la costa noreste de Japón ... en marzo flotan en el Océano Pacífico en dirección a Estados Unidos .
Los científicos ya han medido sus dimensiones. “Tenemos un cálculo aproximado de entre 5 y 20 millones de toneladas de escombros que vienen de Japón”, explicó a la televisión KITV-ABC el investigador Jan Hafner , de la Universidad de Hawai.
El mes pasado, el buque escuela ruso STS Pallada encontró los primeros restos que, según todos los indicios, fueron arrastrados por la corriente tras las olas de hasta 20 metros que golpearon el litoral nipón aquel trágico 11 de marzo. A su paso por Midway , a 3.000 kilómetros de Japón, los marineros avistaron un bote pesquero de seis metros, un televisor, un frigorífico, tablones de madera, botellas de plástico, zapatos, boyas y todo tipo de basura.
“La embarcación tenía pintada en su casco la palabra Fukushima , lo que supone la primera prueba oficial de restos del tsunami”, confirmó Haftner las noticias previas publicadas por el diario británico “ Daily Mail ”.
Restos en Hawai
Tras el terremoto de magnitud 9 que desencadenó el tsunami de marzo, que arrasó buena parte de la costa oriental nipona y se cobró más de 20.000 muertos y desaparecidos, numerosos escombros fueron arrastrados por la fuerza del agua al retirarse. A tenor de los expertos, por todo el Océano Pacífico hay flotando grandes islotes de restos que llegarán a las playas de Hawai en un año y a la costa oeste de Estados Unidos dentro de dos o tres. Mientras los objetos más ligeros alcanzarán las costas antes gracias al impulso del viento, los más pesados no llegarán hasta el próximo año o el siguiente.
Los grupos ecologistas han advertido de que su presencia no sólo supone un problema para el medioambiente, sino un peligro para la navegación. Aunque los expertos dudan de que sean radiactivos, están contaminando el mar y dañando la vida acuática de peces, mamíferos y corales.
Junto a la radiactividad que sigue escapando de la siniestrada central nuclear de Fukushima, son los efectos colaterales de un devastador tsunami que lastrará el futuro de Japón durante los próximos años.
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