El principal candidato para suceder a Merkel critica duramente su gestión de la pandemia

Merz quiere que la CDU gire a la derecha para robar votos a Alternativa para Alemania

AFP

La Unión Cristianodemócrata (CDU), debido a la pandemia, se ha visto obligada a retrasar de nuevo el congreso en el que debe ser elegido el sucesor de Angela Merkel al frente del partido. Los tres candidatos, Armin Laschet, Friedrich Merz y Norbert Röttgen , ... cuentan con que se celebre a mediados de enero. El comité ejecutivo decidirá la fecha y el formato del evento, con cita provisional para el 16 de enero. Por ahora se excluye una reunión presencial de los más de mil delegados, pero la formación carece de un modelo de «congreso digital» con las suficientes garantías y lo último que ha dicho el ministro de Cancillería, Helge Braun, es que «necesitamos un congreso del partido que sea legalmente indiscutible y seguro».

Tratando de evitar este bloqueo del proceso, los candidatos organizan actos digitales con los militantes y con las juventudes del partido, que los que sus equipos apenas pueden desplegar estrategia de campaña. Merz, al que el 42,6% de los alemanes consideran más competente en economía y mejor en la toma de decisiones que los otros candidatos, acaba de publicar un libro, titulado «Nuevo tiempo. Nueva responsabilidad. Democracia y economía social de mercado en el siglo XXI». Su presentación en reuniones de no más de diez personas y a través de chats, está sirviendo para mantener viva la llama. «No es asunto de Estado con quién o cómo celebro yo la Navidad», ha dicho este fin de semana, plantándose así ante las posibles normas de restricción de contactos para las fiestas, que el Gobierno Merkel ni siquiera ha anunciado todavía. Trata así de distanciarse tanto como pueda de la figura de la canciller alemana, a la que ha criticado desde dentro sin compasión los últimos dos años. Aprovecha cada ocasión a su alcance para defender que «después de Merkel esto no puede ser más de lo mismo» y para preguntarse si Alemania «realmente está haciendo lo suficiente y, sobre todo, lo correcto» para salir fortalecida de la crisis. Acusa a la canciller de aprovechar el escándalo de las donaciones ilegales de hace dos décadas para hacerse con el control del partido y dejarlo en un estado en el que «debe volver a aprender a caminar». También reprocha a Merkel obligar «al Estado a asumir el papel de reasegurador de los riesgos sociales».

En las últimas dos semanas, Merz ha estado especialmente activo y repartiendo guiños al movimiento que organiza manifestaciones contra las restricciones, un descontento social que hasta ahora ha capitalizado solamente el partido antieuropeo Alternativa para Alemania (AfD). También ha aumentado los ataques a Merkel porque considera que la cancelación del congreso, previsto para el 4 de diciembre, ha tenido por objeto perjudicar su candidatura, en un momento en el que las encuestas señalaban su nombre con relativa ventaja y teniendo en cuenta lo que es un secreto a voces, que tanto Merkel con la presidenta del partido, Annegret Kramp-Karrenbauer (AKK), prefieren a Laschet, un hombre de la estructura del partido desde hace décadas, mucho más de centro.

«Las decisiones democráticas son indispensables en una democracia -justifica su postura-, un congreso de un partido no puede ser tratado como el Oktoberfest o como un partido de fútbol. Si la junta directiva se pronuncia en contra de un congreso del partido, también en forma digital, no se debe a la cantidad de infecciones», asegura Merz; «obviamente, hay razones que tienen poco o nada que ver con el coronavirus». «Hay partes considerables del establishment del partido que quieren evitar que yo me convierta en presidente», apunta con una sonrisa, y se aferra a las encuestas. Según el último sondeo de Forsa, realizado para RTL y n-tv, el 45% de los militantes quiere que Merz sea el sucesor como presidente del partido y candidato de la CDU a canciller en las elecciones de 2021.

No a los refugiados

El exmiembro del consejo de supervisión de Blackrock Germany es percibido por los votantes como un hombre sencillo de clase media alta. Cuando se trata de cuestiones económicas, como impuestos o pensiones, sabe muy bien de lo que habla. Si en 2015 se opuso frontalmente a Merkel por aceptar refugiados , ahora recuerda que «la política demócratacristiana siempre se ha llevado a cabo, históricamente, con la conciencia de que no se debe sobrecargar moralmente a las personas».

AKK ha criticado estas declaraciones, lamentando que «el proceso de sucesión haya tomado una senda ruinosa», pero Merz responde que «este es un proceso de sucesión política completamente normal».

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